Comparece ante los medios una tal Lanau, que dice ser la Directora del Servicio de Bomberos de la Generalitat de Catalunya.
Con cara compungida y de dolor contenido, con voz grave y acompasada, va desgranando sus lamentos por la, según ella, inmerecida y cruel persecución mediática a
"los bomberos". Se queja amargamente que tanto los medios de comunicación, como los abogados de la acusación y la gente de la calle esté sometiendo a
"los bomberos" a un juicio paralelo y despiadado que, según ella "está causando un gran daño a los bomberos, los cuales están muy tocados por las criticas recibidas y se sienten muy mal" y pide que deje de perseguirse a "los bomberos", un cuerpo hasta ahora tan querido y que con tanto sacrificio trabaja para la sociedad...
¡ Maldita hipócrita, hija de la gran puta !
Pero si absolutamente ningún medio, ni de prensa ni de radio o televisión, ninguna persona que yo haya escuchado, jamás y repito, jamás, ha expresado ninguna critica contra "los bomberos".
A quien se ha criticado y, con toda la razón, se han reprobado sus fallos, sus cagadas, es
a "los mandos de los bomberos" y sobre todo a sus "dirigentes políticos" o sea, ella misma y sus malditos jefes, los consellers de Iniciativa, el Saura y el Baltasar, que han mentido como bellacos. Cuando el alcalde de Horta de Sant Joan y diversos vecinos que habían vivido en directo el incendio forestal, decían quien y como había sido, lo que contradecía la versión oficial precipitadamente difundida, estos políticos ratoneros les desmentían e incluso les insultaban y les acusaban de embusteros y de calumniadores. Luego la juez instructora les ha venido a dar la razón; fue como decían los vecinos y no los consellers.
Y cuenta la Directora que el oficial de bomberos directamente al mando del operativo, el llamado en su jerga "Delta 0" o sea, el que está al cargo de la coordinación sobre el terreno y que no contestó por radio a las llamadas de socorro de los que finalmente perecieron, que no era cierto que se hubiera ido a comer si no que estaba ayudando a otras personas en peligro; pero de ser ello cierto y no lo pongo en duda ni tampoco su buena fe, está claro que la cagó al abandonar su puesto de trabajo en el centro de mando y coordinación del operativo ya que, para salvar a unos, pone en peligro a todos los demás, como así ocurrió.
Tanto ella como el Sub-director de bomberos que estaba a su lado, tergiversaron para eludir su responsabilidad, con la burda maniobra de hacer ver que defendían a sus subordinados a los que nadie, repito, nadie había acusado.
Malditos roedores, ratas de cloaca como sus jefes superiores, los consellers de ICV, cuyo lugar debería ser la cárcel, después de tantas y tantas cagadas como han perpetrado a lo largo de su nefasta carrera política, llena de prejuicios dogmáticos y de inoperancia.
Coronel Von Rohaut
lunes, febrero 01, 2010
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