Ya desde el principio manifesté mi desconfianza hacía la tribu de "indignados" acampados en la Plaza Catalunya. Dije que podía entender e incluso compartir muchas de sus reclamaciones pero que, en el fondo, no lo veía claro. Me olía a chamusquina que, en Catalunya, no apareciera ni una sola pancarta, ninguna reclamación nacional cuando el grueso de la crisis económica, aquí y ahora, viene recargada y magnificada por el espolio de España. Ni una mención a las balanzas fiscales, a la discriminación y robo.
Sus quejas, algunas muy graciosamenente planteadas, eran pura "anarquía" o nihilismo como se decía muy antiguamente. O mas bien izquierdismo pachanguero que, en el fondo, es lo suyo.
Pero había gente de buena fe y que tenían toda la razón del mundo. Pero luego han quedado los de siempre: los que revientan las celebraciones del Barça, de la Díada de Sant Jordi o la de cualquier manifestación multitudinaria. ¿Es posible que la policía no les conozca, no les tenga a todos fichados? ¡Ah, claro, es que la ley no permite detenciones preventivas! (*).
Y solo hay que verlos para hacerse cuenta: pintas, sucias y desharrapadas, de "okupas", marginales, ciclistas ecológicos con bicicletas robadas al ayuntamiento, revienta contenedores, vagos y maleantes sostenibles y tocadores de flauta.
Hoy, por fin, han rodeado a cientos el Parlamento catalán para impedir que accedieran a él diputados y políticos para celebrar sesión plenaria (fotos centrales). Ellos, que no representan ni a su puta madre, interfiriendo en la labor democrática de unos representantes del pueblo, libremente elegidos por más que, algunos, sean unos impresentables, unos tarugos y unos auténticos parásitos.
Pero, mire Vd. por donde, me ha encantado ver al Joan Boada (uno de los que, junto a su jefe el Joan Saura, Conseller de Interior en el Tripartit, más hizo para el desprestigio de los "mossos") agredido por sus protegidos de entonces, los marginales y "okupas", la ex-consellera Geli interceptada, empujada y zarandeada por los mismos, que deben ser "coleguis" de izquierdas y de progreso, la consellera Tura con el vestido maltrecho y pintarrajeado, etc.
Los mismos políticos de ICV y socialistas, ahora en la oposición, y que hace cuatro días, cuando el conseller Puig ordenó el desalojo de la Plaza Catalunya y los "mossos" antidisturbios actuaron un poco, un muy poco que yo lo ví, con violencia (foto de arriba), se le echaron a la yugular, le llamaron casi "nazi" y compararon la actuación de la policía de ahora con los "grises" de Franco (obviamente, gentes que no habían sufrido a los "grises") y llegaron a pedir su dimisión. La noticia de la foto de abajo fue manipulada; en otra perspectiva se apreciaba como el "mosso" empujaba a la persona que se escondía detrás de la silla de ruedas y no al paralítico (¿qué hacía allí, indignarse o arriesgarse imprudentemente?) .
Mientras que esta mañana las "señorías" anteriormente descritas, las que no pudieron acceder en helicóptero y se dirigían andando al Parlament, debían soñar con poder tener a su lado a un par de "mossos", debidamente equipados con su porra, que les protegieran de "su" chusma... No pude escuchar si, hoy, iban gritando: "¡A mí, Puig, socorro!"
Coronel Von Rohaut
(*) Salvo cuando los Juegos Olímpicos de Barcelona en que el juez Garzón metió en la cárcel, pocos días antes y pasándose la ley por el forro de los cojones, a catalanistas independentistas para evitar manifestaciones visibles ante el mundo y aprovechando que el Pisuerga pasaba por Valladolid...
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