Yo y muchos como yo llevamos 300 años "indignados". ¿Qué digo, indignados?
¡Jodidos, invadidos, sometidos, robados, expoliados, humillados, escarnecidos por unos vecinos que llevan siglos intentando, no integrarnos, si no absorbernos y diluirnos dentro de una nacionalidad distinta, dominante y agresora, anulando nuestra personalidad nacional, histórica, cultural y lingüística!
Francesc Macià, "l'Avi" (*) decía que quería, soñaba, en una "Catalunya políticamente libre, socialmente justa, económicamente próspera y espiritualmente gloriosa".
Lo cual va mucho más allá, pero no en contra, de lo que reclaman los "indignados" de ahora, los de buena fe que algunos hay si bien, como vio un amigo mío de confianza, en su visita a la Plaza Catalunya cuando lo más bullicioso de la acampada, aquello estaba lleno de "okupas", "fumetas", marginales, vagos y maleantes varios, con mucha pancarta reivindicativa y pocas propuestas que no fueran absurdas, provocativas, vacuas, o brindis al sol. Y, sobre todo, casi ni una sola reivindicación nacional, imprescindible en toda revolución que se precie a menos que solo pretenda emular la pachanga, el "carnaval de Río" en que se convirtió el mitificado "Mayo del 68", que acabó en humo de paja y casi todos sus dirigentes perfectamente instalados en el sistema que querían derribar; lo que deseaban era instalarse ellos lo cual es, por otra parte, perfectamente asumible desde un punto de vista humano.
Pero a mi que no traten de enredarme, que ya hace muchos años que me afeito...
Coronel Von Rohaut
(*) Cuyo monumento en la Plaza de Catalunya ha sido mancillado con "graffiti" y pintadas de los anarquistas y los perroflautas, cuyo único proyecto de sociedad es derribarla y convertirla en un caos.
lunes, junio 20, 2011
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