Dedicado a todos aquellos políticos, formadores de opinión y buenas gentes en general y que cuando tratan de los problemas económicos de Catalunya, de sus carencias financieras, de las estrecheces de caja que obligan a rebajas castrantes en las inversiones imprescindibles y a dolorosos e injustos recortes sociales, se olvidan sistemáticamente de señalar, resaltar suficientemente alto y claro, que toda la culpa de ello la tiene el hecho, demostrado, sangrante, brutal e ignominioso que una parte importante de nuestra riqueza, la generada por nosotros en nuestra casa, un 10% de nuestro PIB, es desviado por el gobierno central (que cuida de la recaudación de practicamente todos los impuestos) a otras partes del estado y nos es robado, expoliado, a nosotros, en beneficio, sobre todo, de Madrid y su "hinterland" o de las regiones "subvencionadas" de Andalucía y Extremadura.
A ellos les ha gritado el ex presidente, el Muy Honorable Jordi Pujol: "¡Hay el problema del déficit fiscal, a ver si todo el mundo se entera de una puñetera vez!".
Porqué es evidente que si se resolviera este problema, automáticamente quedarían, no solucionados si no que ya no existirían, todos los demás que sufrimos (*).
Porqué parece que el tema o molesta y se niega, que es lo que hacen todos los hijos de puta españolistas que son quienes se benefician del atraco y se limitan a decir "No es cierto". O da miedo enfrentarlo, que es lo que hacen los cobardes, los cagados políticos catalanes, que lo esconden o bien lo difieren a un futuro incierto e inconcreto, como el Mas y su nebuloso proyecto de "pacto fiscal" que todos, y él el primero, saben que es inviable, imposible; una cortina de humo de algo que jamás se podrá alcanzar pero que de momento anestesia al pueblo, como cuando la iglesia promete una vida mejor en el más allá, y así vamos tirando.
Solamente los independentistas auténticos e irredentos, muchos pero dispersos y con poca voz en los medios, mantenemos la llama encendida y lo proclamamos cada vez que no es posible, incluso poniéndonos pesados alguna vez y siendo acusados (por los que o no quieren o no pueden resolverlo) de cansinos. Como le ocurre al diputado electo e independentista de SI, el Uriel Bertrán.
Cuando lo defiende en el Parlament, los buenos pero "cagados y con la excusa de pragmáticos", como el conseller Mas Colell, le dicen que él siga con la "épica" mientras ellos ya cuidarán del día a día. Como si ambas actitudes fueran excluyentes o como si no fuera con la "épica", con la independencia de Catalunya y disponer de todos nuestros rescursos, que se resolverían como por arte de magia e inmediatamente, todos los problemas actuales del día a día de la economía catalana.
Cuando lo defiende en un programa de tele (Canal Catalá), salta un facha de pura raza, un españolista diputado de un partido pseudo-catalán llamado Ciudadano's, pero "botifler" como el que más y que no tiene nada que envidiar a su hermano mayor, el PP, y con aspavientos y cara de asqueado dice que ya "está harto de escuchar tantas chorradas" (**).
Parece lógico, por lo evidente y obvio de la influencia del expolio, el saqueo español a Catalunya en nuestros problemas, que el "padre Pujol" se haya dado cuenta aunque le ha costado tiempo. Lástima no lo hiciera cuando, en tiempos de los ex-falangista González y neo-falangista Aznar, estos necesitaban sus votos. Pero él, entonces, no era independentista y por lo tanto no traicionó, tan solo la cagó y mucho. Le ha costado pero como que es inteligente (si bien lento de reflejos) ha abierto los ojos. No como los fanáticos, los nacionalistas españoles, los invasores y ocupantes colonialistas o las simples buenas gentes poco o mal informadas y que se niegan a ver la realidad, que es tozuda y acaba por salir, pero algunos se entestan en mantener la cabeza bajo el ala y seguir aguantando palos, desprecios y atracos.
Coronel Von Rohaut
(*) Que no solo por el conocido y aceptado "déficit fiscal" por el que dejamos de recibir parte de nuestros dineros previamente pagados en impuestos, si no que con la caja única de la Seguridad Social a los catalanes se nos detraen importantes cantidades de dineros que van a ingresar las arcas de los habitantes de otras comunidades de España menos contribuyentes, lo que perjudica nuestro bienestar social y el de nuestros enfermos y pensionistas. Así como la anómala y discriminatoria distribución de becas a los estudiantes y otras ayudas y subvenciones estatales, siempre en contra de los intereses catalanes en cantidades muy importantes. O, y muy primordial, la desigual asignación de inversiones directas del estado, como las infraestructuras, brutalmente desequilibradas en favor de la centralidad madrileña.
(**) Naturalmente, sin rebatir los datos ni aportar pruebas en contra.
miércoles, junio 22, 2011
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