En relación a lo dicho en la entrada anterior quiero recordar ahora lo escrito por este marino en su libro "Marin de métier, pilote de fortune", al terminar la guerra y que fue traducido en varios países.
El Comandante Jubelin estaba en Saïgon como oficial artillero en un buque de la "Marine" cuando entraron los japoneses y, deseando seguir combatiendo, huyó de Indochina en una avioneta de aeroclub con la que tomaba clases y con la que, con dos compañeros, llegó a Singapur y de allí en barco hasta Londres, donde se reunió con las Fuerzas Francesas Libres de De Gaulle.
Al término de la guerra y como Capitán de Navío, fue el primer comandante del primer portaaviones francés de la post-guerra, el "Arromanches", y terminó su carrera como Almirante (5 estrellas) e Inspector General de la Marina (un cargo por debajo del de Jefe del Estado Mayor de la Marina).
Y en su libro explica que, al mando del crucero "Le Triomphant", primer buque francés que a la rendición de los japoneses se acercó al puerto indochino de Haïphong para restaurar la soberanía francesa, al ser hostigado desde las riberas del río por guerrilleros chinos, hizo desembarcar, de noche, un pelotón de fusileros marinos al mando de un joven teniente el cual, alegre y bravucón, se adentró, al frente de sus hombres, hundiéndose en los arrozales desde los que les disparaban y regresando al cabo de un largo rato, con la misión cumplida.
Y decía Jubelin en su libro: "Cuando a los mandos de un "Hurricane" y durante la Batalla de Inglaterra formé parte de una escuadrilla de caza nocturna de la RAF y derribé un avión alemán, así como más tarde como comandante de la corbeta ('aviso colonial', en la foto) "Savorgnan de Brazza" escolté varios convoys por el Atlántico, hundiendo un submarino alemán y luego, en el Océano Índico, hundí otro submarino japonés, fuí condecorado y dijeron que yo era muy valiente. Pero bien protegido en la cabina de mi avión o instalado en el puente o en el camarote de mi buque, no estoy seguro de haber tenido el valor para hacer lo que hacía el joven teniente de fusileros".
La sufrida infantería y ya no digamos los aguerridos "commandos"...
Coronel Von Rohaut
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