Y desde dentro mismo del país; por una parte en el Congreso del PSC, partido que no se ha enterado de la hostia que se ha pegado en las ultimas elecciones y sigue imperturbable, impasible el ademán, aferrado a su sucursalismo del PSOE y un españolismo rancio que relega al más puro folcklorismo la "C" de sus siglas (ya que PSC quiere decir Partido Socialista de Catalunya, lo que nadie, en su sano juicio, puede creerse ya).
En una de las ponencias de dicho Congreso que se está celebrando, se dice que nada de independentismo, ni de España ni de Europa (¿Pero a estos macacos quien les ha dicho que queremos ser independientes de Europa? ¿Por qué se inventan conceptos, que no se han expresado jamás, para poderlos desmentir?). Que en un mundo globalizado (el tópico de siempre, mal traído a colación) no puede existir el independentismo económico. Vale tíos ¿y el independentismo político, la soberanía como pueblo con estado propio? O es que en este mundo globalizado deberían renegar de su independencia, renunciar a tener estado propio, países como Suiza, Luxemburgo, Holanda, Dinamarca, Finlandia, Noruega, etc. etc., y si siguiéramos esta línea de pensamiento espúreo "ad infinitum" ni el Reino Unido, Francia ni España deberían ser independientes. ¿Por qué, que es la independencia o dependencia, y de qué o de quién?
Pero bueno, de los razonamientos de los "sociatas", tanto españoles como los de la franquicia catalana, ya conocemos su alcance. Sectarios, partidistas, faltos de toda objetividad, retorcidos y más falsos que un duro sevillano y embusteros que Pinoccio.
Por lo menos, los peperos engañan menos; ellos no esconden que no aceptan la independencia de Catalunya, ya que les pertenece por derecho de conquista, y punto pelota.
Otros, como dos profesores de ESADE y de la Universidad Pompeu Fabra, en teoría más catalanistas y que escriben un artículo a cuatro manos (ejercicio pianístico que no siempre suena bien), alegan que es lícito solicitar el derecho de autodeterminación (*) e incluso la independencia (¡hostia, que valientes!), pero siempre dentro de la legalidad. Y que por lo tanto, antes de ejercer este derecho, hemos de negociar una modificación de la Constitución Española.
Pero como que en España, ni borrachos ni llenos de cocaína hasta el culo, nadie quiere ni oír hablar de la pérdida de la colonia catalana, ¿con quién cojones-de-dios he de negociar esta modificación de la Constitución española? Imbéciles de mierda...
Porqué sí, esta es una forma, elegante pero a la que se le vé el plumero desde mil millas de lejos, de negar la posibilidad de obtener la independencia, sin decirlo claramente.
¿Que como se les llama a estos pájaros? ¿"Botiflers"? ¿Encajistas?, ¿Lerrouxistas?, ¿Quintacolumnistas?, ¿Cobardes cagados?, ¿Traidores?, ¿Equivocados de buena fe o hijos de la Gran Puta?
Coronel Von Rohaut
(*) Coño, gracias tíos, pero que yo siempre he manifestado que no tengo que solicitarlo ni a Dios ni a su madre (y menos a España ni al Tribunal Constitucional), ya que es un derecho que ya tengo, inherente como pueblo, y que lo único que he de hacer es tomármelo para ejercerlo. Que no quiero y esta es otra... ya que lo que he de coger es la independencia, directamente y por declaración unilateral del Congreso Catalán, representante legítimo del pueblo.
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