Lo dice hoy un periodista: "acudir a los 'eurobonos' es tapar la deuda con más deuda". O sea, pan para hoy y hambre para mañana.
Y lo confirmaba, matizándolo, ayer el economista Niño-Becerra (*), cuando decía que la deuda soberana española, que no es relativamente muy alta, no es el problema si no que el grave problema del país es la desbocada deuda privada (particulares, empresas, banca y corporaciones), que es prácticamente imposible de devolver (en el gráfico 2.000.000 equivale a 2 "billones" de euros o sea, añadir 6 ceros y, en las antiguas pesetas, no me cabría en el texto.)
Dice que la única solución es reducirla brutalmente, mediante "quitas". Y que si perdemos todos, pues qué mala suerte... El PIB español caería en picado, pero no hay otra, salvo un milagro de la Vírgen de los Desamparados (esto último le he añadido yo).
Coronel Von Rohaut
(*) Lo explicó ayer por la tele pero ya lo había publicado hacía algunos días y, cuando hace años alertaba de los problemas hacía los que se encaminaba España, fue tachado de catastrofista. ¡Hostia Divina! Ha acertado en casi todo y dice que la que nos espera todavía, si no se toman medidas drásticas y no más "parches Sor Virginia".
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