Literalmente, justo después de inaugurar unas millonarias reformas en el techo del Congreso, en el edificio de las Cortes Españolas y mientras albergaba una sesión, unas inmensas goteras (¿qué han reparado, hostia...?) han formado una verdadera catarata que ha inundado la sala.
¡Verdadera metáfora de lo que es España!
Al mismo tiempo yo veía por televisión como, con el repicar de las campanas de la Seo Vieja de Lleida, daba inicio la cadena humana donde cientos de miles de personas enlazaban sus manos y, sin solución de continuidad, sin interrupción ni vacíos, cubrían 400 kilómetros desde el Pertús, en la frontera francesa, hasta el río Senia, que hace de frontera entre Tarragona y Castelló o sea, entre Catalunya y el País Valencià. Todo el Principado catalán, de Norte a Sur.
Y estaba previsto que un tramo llegara hasta la población de Vinaròs, ya dentro de Castelló y que el gobierno había prohibido (¿por qué los hispano castellanos han de ser, siempre, tan bordes y poco inteligentes?). Finalmente, una decisión judicial de última hora ha revocado la prohibición gubernamental española o sea, que han hecho el ridículo doblemente.
¡Y a mi, por momentos, se me ha puesto la piel de gallina...!
Coronel Von Rohaut
miércoles, septiembre 11, 2013
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