En el año pasado los ayuntamientos y entes locales de España crecieron en 10.900 funcionarios, mientras que en Catalunya, y por tercer año consecutivo, se perdieron 4.557 trabajadores públicos.
Ni la Generalitat ni los organismos locales catalanes tienen dinero para reponer las bajas (que quizás algunas ya eran necesarias, pero más, mucho más, en el resto de España: recuérdese que en Extremadura uno de de cuatro trabajadores lo es como funcionario pagado por el gobierno, por nosotros).
Al NO recibir todo el dinero que necesita, y que mal-administra el gobierno central hispano-castellano, con nuestros impuestos y que esto no se olvide nunca, la Generalitat no puede ni hacer transferencias a los Ayuntamientos, ni pagar las deudas (sanitarias, de farmacias y otros proveedores, etc.), ni pagar los servicios sociales que ha de seguir recortando, etc.
Y todavía tengo conocidos que culpan a la Generalitat y a los políticos catalanes (sin competencias, poder, ni recursos). Cuando la culpa es de Madrid (concepto) y no me cansaré de repetirlo, "ad nauseam" si hace falta, y sin desfallecer.
Maldita España castellana, maldito gobierno central hispano-castellano, centralista y depredador, malditos políticos tanto de derechas como de izquierdas que son los mismos perros con distintos collares (y que conste que esta comparación no me gusta: los perros, y hasta los asnos, son infinitamente mejores que muchos hombres y que todos los políticos españoles juntos).
Coronel Von Rohaut
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