Pero de momento y después de una sesión en que la oposición españolista ("botiflers", traidores o simplemente españoles faanáticos no integrados en Catalunya ni deseosos de ello) llevó las discusiones al máximo nivel de filibusterismo grosero y obstruccionismo, sin aportar razones que no tiene y perder el tiempo en interminables y repetitivas gilipolleces de procedimiento, se aprobó por mayoría absoluta de 72 votos a favor, 0 en contra (*) y 11 abstenciones, la Ley del Referéndum, que el Rajoy y todos los españolistas centralistas llevan años persiguiendo por tierra, mar, aire y alcantarillas cenagosas.
A continuación el President Puigdemont y todo el gobierno mancomunado, firmaron el decreto de convocatoria del referéndum para el día 2 de octubre, que ya ha salido publicado en el Diario Oficial de la Generalitat.
¡Y ahora a verlas venir y, si podemos, que así lo espero fervientemente, a votar dentro de poco!
Y a votar "SI" a la independencia de Catalunya y a la creación de una República Catalana, soberana pero, por qué no, fraternalmente unida (en los sentimientos familiares de algunos "okupas") al parasitario Reino de España, al que podremos, por fín, dejar de amamantar ya que no podrá seguir chupando de nuestros impuestos, extrayéndonos nuestra riqueza y saqueando nuestro PIB para ser malgastado y dilapidado más allá de nuestros límites territoriales y sin beneficios para el bienestar y futuro de nuestro pueblo.
Coronel Von Rohaut
(*) La oposición españolista se levantó y salió del hemiciclo sin votar.
Pero en democracia formal ya se sabe, quien no ejerce su derecho a votar pierde su razón a hablar (si es que alguna razón tenía).
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