La primera es la vergonzosa, bochornosa y despreciable actitud de los gilipollas de siempre, los ex-comunistas reciclados de ICV, promoviendo un boicot y una pitada (ayudados por los "progres" sectarios de "Aturem la guerra", pero no todas las guerras si no solo aquellas que van en contra de sus amigos palestinos y terroristas) ante la intervención de la cantante israelita Noa. Una cantante que, para mayor descrédito de sus boicoteadores, actuaba acompañada por una orquesta árabe y jamás se ha significado por su sionismo si no más bien al contrario; sólo ha criticado a los terroristas de "Hamas". Pero es que el anti-semitismo de los "pijo-progres" catalanes es de manual...
La otra la interpreta un columnista de La Vanguardia, que otrora iba de centrista y ahora se limita a navegar entre dos aguas pero enseñando el plumero a la que se descuida. En su artículo de hoy Fernando Onega, el que escribía los discursos de Suárez y en un rincón que casi nadie lee pero incluso así, dice lo siguiente, refiriéndose a unas pitadas que obreros/sindicalistas de Nissan y de Roca, hicieron a la hora de la ofrenda floral ante el monumento a Rafael Casanova: "Hubo más gente que se organizó para reclamar menos ERE y más trabajo, que para reclamar independencia".
Vale, tío:
- Primero, si bien defiendo el derecho de los trabajadores a proteger su puesto de trabajo, estos, por cierto todos charnegos y solo lo señalo sin juzgarlo, ya lo han hecho repetidamente y ahora éste no era ni el momento ni el lugar para hacerlo, interrumpiendo con sus silbidos y protestas el sentimiento de una conmemoración nacional de Catalunya.
- Pero es que, además yo lo vi y eran unas docenas de obreros con sus pancartas sindicalistas. No más, ni mucho menos, que los que desfilamos en la manifestación independentista, encabezada por Jan Laporta y Miquel Calzada "Mikimoto", entre otras personalidades, y que discurríamos tras el eslógan, claro y sin eufemismos de "Somos una Nación. Queremos un Estado Propio" (lo pongo en castellano para que lo entiendan todos los que lo han de entender). Y según la Guardia Urbana eramos unos 14.000 por lo que, conociendo la "imparcialidad" de los municipales a las ordenes de sus dirigentes "sociatas", seguro que éramos tres o cuatro veces más, como mínimo.
Y es que los españolitos nacionalistas (o sea, casi todos) son así. Ni en el más pequeño rincón pierden la oportunidad de mentir, tergiversar, manipular las noticias y cambiar la historia, sin que lo parezca...
¡Pues que les den...!
Coronel Von Rohaut
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