A un piloto de "Rafale" al regreso de una de sus primeras misiones sobre Libia y en la que destruyó algunos blindados, un periodista le pregunta: "¿Qué se siente después de largar las bombas?" y el piloto responde: "No hay tiempo de pensar, es un trabajo muy profesional. Miras si las bombas han caído donde debían, vigilas posibles amenazas, buscas tu avión de reavituallamiento en vuelo y luego regresas...".
Coronel Von Rohaut
(PS) En un post muy anterior ya referí lo distinto y limpio, a pesar de los peligros siempre latentes, que es hacer la guerra desde un avión o un navío, a tener que hacerla en tierra, arranstrándote entre el barro, o entre los mosquitos, o bajo un sol de 40 grados, con treinta kilos o más de impedimenta en la espalda...
martes, diciembre 20, 2011
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