Por problemas de sobrepeso y de sobrecoste (y dificultades en su construcción y dudas sobre su eficiencia) el Pentágono ya anuló (con el eufemismo de "en espera") la versión para el cuerpo de "marines" y de despegue y aterrizaje vertical real (en la imagen).
Pero en las dos versiones que siguen en proyecto, la de la USAF y la de despegue y aterrizaje cortos para la US Navy, han aparecido otros 13 fallos que han de estudiarse y resolverse. Con un nuevo aumento de los costes y un nuevo retraso en su entrada en servicio, recalculada ahora a algún tiempo pasado el año 2.018 o sea, siete años más tarde de lo inicialmente previsto y mientras las flotas de aviones en servicio y a los que ha de reemplazar, sigue envejeciendo. Y se duda que resulte realmente invisible a los radares enemigos y quizás haya que reestudiar sus condiciones "stealth"; furtividad que algún almirante ya empieza a preguntarse si sirve de algo...
¿A ver si, como he dicho yo varias veces y expresando más un deseo que un conocimiento, acaban por anular todo el programa? O por lo menos se retiran de él los países europeos que han caído en la trampa comercial de los yanquis.
Coronel Von Rohaut
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