O las famosas embajadas catalanas, cuyo coste total es inferior a lo gastado por el Ministerio español de Exteriores solo en la reforma de la embajada española en Marruecos, o la compra de vajillas, alfombras, o el cuidado de los jardines, etc.
Pero para recortar gastos, el jefe de la pocilga española, que solo carga contra las autonomías (donde, en algunas como la valenciana que es suya, es cierto que hay mucha malversación inútil) se olvida que la Administración central, que depende toda entera de él y su gobierno, tiene un nivel de gasto y malgasto mil veces superior que el de las autonomías, cuya principal inversión es en políticas sociales (sanidad, educación, etc.) en las que ya es difícil recortar más.
¿Por cierto, si las competencias de sanidad y educación ya llevan años traspasadas a las autonomías, por qué siguen existiendo los Ministerios de Sanidad o de Cultura, en Madrid, con presupuestos que siguen siendo monstruosos y con miles de funcionarios? Que empiece a recortar por ahí. Y por los cientos (¿miles?) de diputados nacionales, autonómicos, de diputaciones provinciales, etc. Los miles de concejales (que no todos cobran pero muchos demasiado). O los inútiles senadores y toda la parafernalia del inútil Senado.
O por lo cientos de asesores nombrados a dedo (amiguetes y enchufados) que pululan por todas las administraciones, con suelos no justificados y muy superiores a los de los correspondientes funcionarios de escalafón.
¡No, no lo hará! ¿Qué te juegas, Mari Pili?
Porqué el Rajoy no busca reformar y corregir si no recentralizar. Una nueva y encubierta LOAPA. Que contra Catalunya vale todo...
Coronel Von Rohaut
(*) De funcionamiento muy bueno y obsérvese que la mayoría de meteorólogos de las cadenas de televisión con sede en Madrid, son catalanes; por su buena formación.
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