Una escritora hindú, de éxito, confiesa estar pasmada o atónita de la opinión que tenemos en Occidente de la espiritualidad india, de nuestra visión de la mística hindú.
Confiesa que ninguno de los "gurús" que vienen aquí a adoctrinarnos sobre espiritualidad y la famosa "meditación trascendental", allí ni son conocidos ni nadie practica tales bobadas o gilipolleces.
Los indios, mayoritariamente todavía son extremadamente pobres y mueren de hambre por miles; tan solo les motiva la supervivencia y no tienen tiempo para otras inquietudes ni sandeces.Y la minoritaria pero emergente clase media solo piensa en obtener nuevos conocimientos prácticos para mejorar su situación económica y vital.
Luego vienen aquí cuatro charlatanes sacamuelas o encantadores de serpientes y nos quedamos encandilados escuchando cuatro sandeces, cuatro tópicos, cuatro lugares comunes sin ningún sentido. Puestos a buscar la salvación de nuestras almas, mejor haríamos yendo a misa y escuchar los sermones, a veces llenos de sentido común, de nuestros viejos párrocos. O mejor aún, aceptar de una vez por todas que Dios ha muerto, que el hombre se ha hecho adulto y enfrentar nuestras responsabilidades con valentía y honradez. Y un poco de inteligencia.
En pleno siglo XXI seguir creyendo en supersticiones, en creencias mágicas, en milagros y en soluciones fáciles y anestesiantes, queda un poco ridículo. Y si nos vienen presentadas en envoltorios exóticos y nos las creemos, nos merecemos que nos traguemos el timo...
Coronel Von Rohaut
lunes, junio 15, 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario