Las drogas en la guerra

No hace falta remontarse al caudillo persa de origen yemenita, Hasan Ibn al-Sabbah o el "Viejo de la Montaña", en tiempos de la Edad Media, y que fundó la secta de los "hashashin" de la que proviene la palabra "asesinos", que según se cuenta actuaban bajo los efectos del "hashish" o "hachís", a su vez un derivado del "cannabis" o sea, el vulgar "porro".

También los bravos y gloriosos marinos de su Graciosa Majestad Británica, desde la reina Isabel Iª hasta la actual Isabel II, y en medio han pasado varios siglos de imperio, antes de atacar recibían su ración de media pinta de "rhum", el bendito ron de Jamaica, para envalentonarse.

Es sabido que en su "blitzkrieg" o guerra relámpago de invasión, primero de Polonia y luego de Francia, la infantería alemana era dopada con anfetaminas, así como los pilotos de avión; drogas sintetizadas por los científicos alemanes, para aguantar horas sin dormir y eliminar el cansancio; las famosas pastillas "simpatinas" que, antes de estar prohibidas y cuando yo era joven, tomaban muchos malos estudiantes en las vísperas de exámenes y para poder pasar las noches repasando sus estudios mal aprendidos.

Antes y después de la II Guerra Mundial, todos los ejércitos han seguido experimentando con las anfetaminas y en muchos casos se ha sabido de su administración a las tropas, con o sin su consentimiento.

También se ha experimentado con la "heroína", otro invento alemán, un opiáceo y para inhibir las emociones (de ahí su nombre de "hacedora de héroes") y con la "cocaína", para inhibir el cansancio. Pero esas substancias tienen demasiados efectos colaterales y son de difícil administración.

Modernamente, los americanos ensayaron el "agente Buzz" o BZ, que también es un potente alucinógeno, la "3-quinuclidinyl benzilato", y si bien con posterioridad y ante los peligros de esa droga estudiada para elevar la "bravura" de los soldados al inhibir el miedo, destruyeron sus "stocks", parece que otros países la han seguido fabricando y han aparecido pruebas de haber sido suministrada a terroristas suicidas en Irak y otros países islámicos. O sea, han vuelto los "hashashin".

Coronel Von Rohaut