Los potentes y pesados "MBT" o Main Battle Tank, carros de asalto principales cómo el británico "Challenger", el alemán (y español y de muchos otros países) "Leopard II", el francés "Leclerc" o el americano "Abrams", con un peso de alrededor de 60 toneladas y un poderoso cañón de 120 mm, fueron todos diseñados y fabricados para oponerse a la amenaza de los miles de tanques rusos y del Pacto de Varsovia, durante la Guerra Fría.
Inferiores tecnológicamente a los occidentales pero fabricados en tanta cantidad que los americanos tuvieron que poner en marcha otros medios para combatirlos, cómo los helicópteros de ataque "Apache" y sus antecesores, así cómo el avión destructor de tanques Fairchild Republic A-10 "Thunderbolt II", un avión diseñado alrededor de un cañón "Gatling" de 30 mm., que dispara munición sub-calibrada de uranio empobrecido.
Pero la Guerra Fría terminó con la derrota y caída de la Unión Soviética y todos estos materiales han quedado un poco fuera de juego al no parecer inminente un ataque de las hordas mongoles a las órdenes de Putín...
Los helicópteros de ataque siguen su camino como armas anti-terroristas (para lo que están un poco sobre-dimensionados) y los viejos A-10 van siendo substituidos como armas CO-IN por aviones mas ligeros y apropiados.
El MBT israelí, "Merkavá", con el motor delantero para mejorar, con su masa, la protección de la tripulación, y espacio detrás para transportar algunos fusileros que pueden saltar del carro directamente en el punto álgido del combate, lo que ahorra la construcción de blindados para el combate de infantería especializados en acompañar a los tanques, mientras que les ofrece, a los soldados, mayor protección, ya proporciona a los judíos mejores posibilidades de guerra urbana y CO-IN, manteniendo sus capacidades anti-tanque para combatir a las fuerzas blindadas árabes, que siguen siendo una amenaza.
Ahora la empresa nacional francesa de armamento pesado propone una modificación del carro "Leclerc" por una reconversión de algunas de las unidades en servicio, en la que se sustituye el poderoso cañón anti-tanque de 120 mm y su pesada torreta, por un cañón más rápido y ligero, de 40 mm., más lanzagranadas y lanza-missiles. El peso ganado con la supresión de la torreta actual y su cañón permitiría aumentar el blindaje de los flancos y el suelo. Diseñado como carro de reconocimiento (ver boceto arriba), sería una magnífica herramienta para la lucha urbana y de CO-IN. Pero quizás Francia no lo pueda adoptar nunca, por el coste de la transformación y porqué el presupuesto de defensa francés no es el americano, ni de lejos...
Coronel Von Rohaut
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