En Catalunya, aparte los temas del sentimiento nacional y de supervivencia identitaria (historia, cultura, lengua), todo muy importante, uno de los principales motivos de desear, exigir, nuestra independencia y la creación de un Estat Catalá, propio y soberano, es el económico.
Hartos como estamos, hasta los cojones, que España nos expolie, nos robe cada año, la friolera de 22 mil millones de euros que se corresponden, aproximadamente, con un 10% de nuestro PIB (*). Con lo cual, mientras aquí nos pagamos dos veces las autopistas, en el resto de España utilizan las suyas gratuitamente, pagadas con nuestros impuestos. Subvencionamos a los parados crónicos y enquistados de Andalucía, a los miles de funcionarios residentes en Madrid y, en general, hemos financiado la indudable modernización de España mientras en Catalunya las infraestructuras se nos caen encima.
Pero lo surrealista es que en España le dan a la verdad una vuelta como a un calcetín y, incluso después que el ministerio de Economía español haya confirmado, ni que sea en parte, lo dicho anteriormente, desde muchos foros sigo escuchando "que los catalanes se lo quedan todo", que "robamos a los demás españoles y vivimos a su costa", que "expoliamos a España", etc.
Es indudable que, si bien la buena gente boba o desinformada es posible que lo repita de buena fe, los políticos, periodistas, presentadores de televisión, tertulianos y demás comunicadores que lo propagan, tontos del todo no son. Luego, he estado meditando profundamente qué denominación aplicarles ya que a mi, muy en el fondo, no me gusta especialmente insultar. Pero no he encontrado ninguna de más apropiada, sin faltar a la verdad. Son unos auténticos "hijos de puta".
Coronel Von Rohaut
(*) Si fuéramos habitantes de Baviera también deberíamos contribuir a subvencionar los estados federado alemanes más pobres pero, por ley o indicativo constitucional, allí esta solidaridad no puede superar el 4% del PIB.
martes, julio 06, 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario