Por una vez ni me muevo por antiespañolismo, ni por desmarcarme de un país que no me gusta, ni de unas costumbres que no son las mías; ni las de muchos españoles y no hay mas que ver la cantidad de firmas que se han recogido en Madrid en contra de la "Fiesta Nacional" la cual, en Canarias, ya lleva tiempo prohibida sin que ningún mesetario cafre haya dicho nada. En cambio, muchos nacionalistas españoles, como la Esperanza Aguirre y demás enérgumenos de su cuerda, sí que defienden la pervivencia de esta salvaje diversión, envolviéndose en los colores roji-gualda y mostrándola como un signo distintivo de su orgullo nacional. Y en ellos, que sí que lo enfrentan identitariamente, me cisco lo más respetuosamente posible.
Mi deseo que se prohiban las corridas de toros y como he repetido "ad nauseam" es solo para que deje de practicarse la tortura inútil (no es para comer) de un animal, y su cruel sufrimiento en medio de una plaza (o de un campo, como el Toro de Tordesillas, o las calles de los "correbous" ), para el disfrute de unos descerebrados atávicos y en nombre de unas tradiciones salvajes. ¿No era también una tradición desmembrar a los condenados en la plaza pública y se dejó de hacer?
Clikando aquí encima podrás leer la columna de hoy de Pilar Rahola, que dice lo mismo pero mejor que yo.
Y ayer mismo, en un programa de televisión, muchos oyentes llamaban a un señor, declarado independentista catalán y partidario de prohibir las corridas, pregúntandole como "un independentista y demócrata puede querer prohibir nada".
Juro que pocas veces he oído una comparación más estúpida; quizás esta persona era analfabeta funcional, tarada mental, retrasada o, simplemente, había cometido un error lexicográfico al confundir, quizás, "censurar" con "prohibir" ¿Por qué, desde cuando, los países independientes y demócratas no prohiben nada? ¿Acaso no está prohibido matar y robar en todos los países civilizados? ¿Acaso en la Gran Bretaña, cuna de la democracia occidental, no está prohibido circular por la derecha y apuñalar a la suegra? ¿Acaso no es función de los países precisamente más demócratas prohibir todo aquello que es malo o perjudicial?
Coronel Von Rohaut
miércoles, julio 28, 2010
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4 comentarios:
Los nacis tambien llegaron al poder por la democracia, y prohibieron, vaya que si prohibieron. A mi tampoco me gustan las corridas de toros, pero ódio que una parte de la población quiera prohibir lo que hace el resto, solo porque no les gusta. Las corridas son el unico sacrificio animal para el consumo de su carne, en la que la "bestia" tiene el derecho a defenderse. La diferencia entre este sacrificio y el de los otros miles de animales que se sacrifican a diario, es que el del toro es en publico.
Me gusta su blog. Saludos.
¿Derecho a defenderse?
No tiene ninguna posibilidad.
¿A visto algún reportaje sobre el "Toro de Tordesillas"?
Al igual que en las corridas, el fín último no es el de comer, si no el de disfrutar viendo su agonía.
Los nazis quizás, la unica cosa buena que hicieron, aparte las autopistas, fué la modélica Ley de Protección de los Animales, la mejor que jamás ha habido.
Claro que si eras judío o gitano no la disfrutabas mucho...
Y el señor Montilla, que ha votado en contra de la prohibición diciendo que lo hace en nombre de la libertad, a mi me prohibe ir, por autopista, a más de 80 kilometros por hora bajo amenaza de multa... ¡Cínico!
Y todos los que, como el Rajoy y los suyos, apelan a la libertad para oponerse a la prohibición de torturar animales, a mi me joden a diario !!!
Gracias por leerme.
Yo creo que hay algunas cuestiones que se pueden discutir. Los antitaurinos, mi coronel, no defienden los "derechos de los animales" puesto que estos al no ser personas no tienen derechos, defienden su propio derecho a no permitir el disfrute del arte del toreo lo hacen con el fin de fastidiar a los taurinos o por considerar antiestético el arte del toreo o por considerarlo moralmente atrasado. Si de verdad les importaran los toros y no pudieran soportar la imagen de dolor pondrían en la balanza la propia existencia del toro bravo que no sobrevivirá a la prohibición y el hecho de que el toro vive 5 años cuando en el de carne sobrevive muy poco tiempo. Si se visita un matadero se observa el terror paralizante de los animales que huelen la muerte. Creer en el crecimiento moral de la humanidad es ingenuo cada generación debe plantearse todos los problemas morales.
Todo ser vivo, por serlo, tiene derechos. Que solo tengan derechos los humanos es muy antropocéntrico.
Ser antitaurino no es por consideración antiestética si no por anti crueldad y anti salvajismo.
Una cosa es que en el matadero los animales presientan la muerte. Otra cosa es hacer durar la agonía durante largo rato para disfrute de algunos
Queda claro que no estoy nada de acuerdo con Vd.
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