Hace 17 años los USA prohibieron el acceso a las fuerzas armadas a los homosexuales. Antes posiblemente los había, solo que no se sabía y en paz.
A partir de la prohibición legal se puso en practica la solución aceptada pero no escrita, conocida por "no preguntes, no digas". Si lo eres y quieres, alístate: no te preguntaremos nada y tú no lo comentes. O sea, igual que el anterior "status quo", pero sin hacer ver que no existe el problema como antes.
¿Hipócrita? Claro que sí, y mucho. Pero se iba tirando.
Pero después llegaron los defensores de unos presuntos "derechos humanos" de los maricas y de su legitimidad a no ser discriminados por su orientación sexual. Y Obama, presionado por los "progres", está decidido a levantar el "bando" o prohibición y que los maricones puedan alistarse abiertamente sin esconder ni disimular su tendencia o sea, presumiendo de maricas si así les place.
Pero ahí chocan con los derechos de los demás componentes de las fuerzas armadas. Y particularmente entre los "marines", cuerpo "macho" donde los haya, y también entre los marineros, tripulantes de los buques de la US Navy, obligados a compartir espacios cerrados, reducidos y faltos de privacidad, que se oponen a tener que convivir e incluso a veces dormir, con maricones confesos y practicantes.
Mientras, esa discusión "filosófica", con generales y senadores apoyando una u otra opción, está retrasando la aprobación de los presupuestos así como la definición estratégica de cual ha de ser el uso o función del cuerpo de "marines" después de Irak y Afghanistan, teatros en los que están operando como puras fuerzas de infantería, sin ninguna operación anfibia que es su razón de ser.
Coronel Von Rohaut
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