Cada vez que afloran discusiones sobre la independencia de Catalunya, el simple derecho de autodeterminación o derecho a decidir. O incluso cuando solo se enfrentan posiciones y matices sobre si más o menos Estatut o más o menos autonomía y autogobierno, los de siempre, los anticatalanistas, centralistas y miembros de la "brunete" mediática y mesetaria, todos los políticos "peperos" o sus excrecencias "ciudadana's" o "rosadiezarias"; pero también los más centralistas de los putos "psociatas", salen diciendo aquello de que esto son temas que solo interesan a los políticos nacionalistas (utilizando el término "nacionalista" como un insulto, siempre que no se trate del siempre negado pero insidioso, rampante, astuto, malintencionado y siempre presente nacionalismo castellano-español).
Que solo benefician, dicen ellos, los intereses particulares, minoritarios y espúreos de ciertos grupúsculos periféricos. Banderas y "vainas" identitarias para engañar al pueblo, que no son lo que de verdad interesa a la gente.
Que lo que interesa o preocupa a la gente afirman, y aseguran ellos que es lo que defienden sus propuestas políticas, es el paro, la atención sanitaria, las pensiones, los sueldos y las hipotecas, las infraestructuras (trenes, aeropuertos, puertos y carreteras, hospitales y escuelas, etc.), el nivel de vida, las espectativas de bienestar.
Y es cierto. Tienen toda la razón del mundo. Solo se olvidan de recordar que todo, absolutamente todo lo enunciado como temas que son los que más interesan a la gente, se resuelve, casi única y, por desgracia, exclusivamente, con dinero. Con las putas "pelas".
Y que es precisamente solo con la independencia (¡habiendo fracasado ya todos los intentos de mejoras fiscales y de financiación a través de mejoras estatutarias y autonómicas!) que Catalunya conseguirá los caudales suficientes para llevar a cabo todas aquellas mejoras de los temas que son los que verdaderamente interesan a la gente. Recuperando los 22.000 millones de euros anuales que nos cuesta nuestra sumisión y adscripción forzosa (por derecho de conquista y la fuerza de las armas) al Estado Español; sea este la monarquía borbónica, la dictadura franquista o la actual y falseada o pseudo-democracia que, no se olvide, nació de unas cortes franquistas y bajo la vigilancia de las fuerzas armadas y demás fuerzas fácticas españolistas.
Evitando el expolio que sufrimos de España a través de un brutal desequilibrio fiscal, y no solo mediante la injusta y malvada distribución de la Hacienda pública si no también con los desequilibrios de la "caja única" de la seguridad social (defendida con uñas y dientes por el gobierno) más los múltiples trucos de prestidigitación que se van sucediendo a lo largo de los años con los presupuestos de los distintos ministerios, ayudas encubiertas, distintas escalas de medir en la persecución del fraude, etc., etc..
Luego no es apartarse de lo que realmente quiere la gente cuando se discute de temas políticos, de "la política", si no que precisamente es lo que puede solucionarlo.
Los que no desean hablar de lo esencial son, precisamente, los que nos joden día a día y solo aspiran a mantener el "status quo".
Coronel Von Rohaut
martes, septiembre 07, 2010
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1 comentario:
Querido Coronel,
¡Coño! Y yo que siempre creí que lo único que les importaba era el resultado de su equipo de fútbol.
General Rogelius
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