Leo un "rapport" redactado por un grupo de expertos de las Naciones Unidas y que, sin el habitual lenguaje ambiguo y aséptico, lleno de eufemismos y medias verdades, de los organismos internacionales, dibuja un panorama terrorífico.
Culpa de los males no solo a las milicias islamistas de Al-Shabaab (y otras) si no también al gobierno vecino de Eritrea que se dedica a prestar sostén financiero y logístico a milicias armadas para desestabilizar a países como Djibouti, Etiopía (el hermano-enemigo), Sudan y hasta Uganda.
Que los guerrilleros cuentan con grandes fuentes de financiación (entre 70 y 100 millones de dólares anuales), provenientes de la extorsión y las tasas cobradas en sus zonas de influencia: exportación de carbón y contrabando general hacía Kenya.
Pero sobre todo culpan al propio Gobierno Proviisional de Somalia: monopolio del poder político y de todos los recursos, corrupción general endémica y galopante. Tanta que muchos comerciantes hasta prefieren tratar directamente con el Shabaab que con el gobierno depredador.
Algunos diplomáticos europeos ya parecen más inclinados a negociar con algunos de los gobiernos semi-autónomos que mantienen una cierta estabilidad en sus territorios, como el Somaliland e incluso el Puntland, que hacen avances en su lucha contra la piratería y parecen menos corruptos que el embrión de gobierno federal de transición, que es un desastre calamitoso.
Coronel Von Rohaut
(PS) Y nosotros enviando "destroyers" contra los piratas... En las imágenes un crucero ruso, unos "skiffs" piratas con su buque (?) nodriza siendo investigados por una lancha neumática de control, y unos guerrilleros somalíes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario