Muchos, y yo entre ellos, criticamos que la Fiesta Nacional de Catalunya celebre lo que no fue más que una maldita derrota, por más que el 11 de septiembre de 1714 represente un hecho de gloriosa resistencia (arriba, "el fossar de les moreres" y Rafael de Casanova).
Como acontecimientos de bravura indescriptible fueron algunos de los hechos de armas más citados por los franceses, como las batallas de Bir Hakeim (África 1942) o de Dien Bien Phu (Indochina 1954), o las celebraciones oficiales anuales de la Infantería de Marina francesa que rememoran la batalla de Bazeilles (Francia/Sedan 1870)(*), y de la Légion en Camerone (México 1863). En todas ellas unas tropas muy inferiores resistieron largamente a un enemigo muy superior en número.
Pero acabaron en derrota.
Mientras que la celebrada toma del Monte Suribachi en Iwo Jima, por parte de la Infantería de Marina americana, fue una victoria.
¿Tanto cuesta celebrar victorias, o es que los catalanes no tenemos ninguna si no nos remontamos a la Edad Media?
Mierda de historia...
Coronel Von Rohaut
(*) "Los últimos cartuchos", famoso cuadro de Alphonse de Neuville.
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