El semiólogo Umberto Eco (novelista, miembro del comité de la UNESCO, Doctor Honoris Causa por múltiples universidades, Premio Príncipe de Asturias, Caballero de la Legión de Honor de Francia, etc.) en un delicioso artículo explica que ya los sabios filósofos de Grecia, desde los estoicos, los académicos y los epicúreos, hasta luego los romanos Plinio y Plutarco, habían debatido sobre la inteligencia de los perros y aportando muestras y ejemplos.
Y la concusión es que sí, que los perros razonan y no solo siguen sus instintos.
Y yo no solo lo acepto, si no que lo confirmo. Mi perra es mucho, mucho más inteligente y humana que mucha gente que conozco o de la que he oído exponer sus hazañas. Como políticos (sobre todo españoles), intelectuales, escritores y periodistas (sobre todo españoles).
Claro que mi perra habla, faltaría más...
¡ Guau, guau...! (*)
Coronel Von Rohaut
(*) Wow wow en inglés, uau uau en catalán, si bien mi perra más bien acostumbra a decir bup.
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