miércoles, septiembre 26, 2012

¿Ha de tener la próxima República Catalana un ejército propio?


Pues naturalmente que sí; un ejército o unas fuerzas militares y de seguridad, reducidas pero poderosas, bien instruidas y tecnológicamente bien dotadas y equipadas. Y con mandos eficaces y profesionales.



Y en este enlace puede leerse lo que piensan en el CEEC. Espero y confío que lo lean y tengan en cuenta los dirigentes y militantes de los partidos amigos como CIU y Esquerra Republicana. En las Organizaciones en las que yo milito, Catalunya Acció y, confío, también en Solidaritat Catalana per la Independència "SI", creo que ya lo tienen interiorizado y asumido.



Coronel Von Rohaut

(PS) De los "progres" sectarios de ICV yo ya no espero nada. Se les pasó el arroz y se quedaron anclados en el Mayo del 68' con, todavía, ramalazos marxistas que huelen a moho y naftalina. Todo y que han mejorado mucho desde los tiempos del maldito Saura y sus acólitos, el Boada, etc.

4 comentarios:

interbar dijo...

He oído que el CEEC está lleno de agentes del CNI, mi coronel, pero sin duda es un bulo.

dani dijo...

Ningún estado/nación puede existir sin FF.AA. Ni los países bálticos, que son bastante más pequeños y pobres que Cataluña, han renunciado a sus FAS.
Si el divorcio fuera por las buenas se tendría derecho a recibir una parte de las armas de las FAS de España. A razón de entre 1/4 y 1/5. Lo cual daría una base de partida nada despreciable.

Blau Naval dijo...

Qui digui que el CEEC està ple d'agents del CNI, realment és un ignorant de ca l'ample. No va per vos "interbar". Hi ha massa bocamoll en aquest país...

Coronel Von Rohaut dijo...

Confirmo lo que dice Blau Naval y yo también conozco a gente del CEEC, que lidera Miquel Sellarés, uno de los fundadores de Convergència y que estuvo en uno de los gobiernos de Pujol, del que se alejó por poco decidido, entonces, hacía la independencia de Catalunya (ahora, el Padre Pujol ha madurado).
Y quiero recordar una de las advertencias que corren ahora y que es avisar que serán muchos los ataques que recibiremos en el camino hacía el estado propio y muchas las mentiras, falsedades y calumnias que oiremos, junto con amenazas.