Después de tantos años de insultarnos diciendo que somos unos roñosos avarientos, tacaños y ruines que robamos a los españoles. Que vivimos a su costa y con sus dineros, los dineros de todos los españoles que malgastamos en ayudas a la lengua catalana (este dialecto provinciano), en innumerables cadenas de televisión en catalán, en traducir películas al catalán, en subvencionar escuelas catalanas en las que se adoctrina a los tiernos infantes los cuales, sin este lavado de cerebro, serían unos orgullosos hidalgos castellanos. Y que llenamos el mundo de embajadas catalanas que solo sirven para estropear la imagen de Una España Grande y que las pagamos con el dinero que nos mandan de Extremadura, etc. etc.
Me pregunto, inocente de mí, por qué les subleva tanto que queramos irnos, independizarnos.
¡Coño, si tendrían que estar como locos, emborrachándose de alegría y tirando cohetes por sacarse de encima tamaña losa, tal banda de insolidarios y chupópteros nacionalistas catalanes que no hacen más que incordiar...!
Pero es que nos aman tanto...
Coronel Von Rohaut
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