Ahora que parece que abandona la partida (¿para volver con más fuerza? o no) la "lideresa", la poderosa Esperanza Aguirre, es bueno recordar que ella siempre se autocalificaba de "liberal".
Y liberal, que en España y como término económico, significa absoluto dominio de las leyes del mercado y estado lo menos interventor posible, puede ser positivo y yo lo apruebo, bajo el signo de la Escuela de Chicago del Nobel de Economía, Milton Friedman, pero siempre que esté controlado o balanceado por un cierto control social para evitar que su aplicación sea salvaje y nociva para el tejido humano. No se pueden dejar los mercados a su libre desmadre; que actúen pero dentro de un orden.
En los USA la palabra "liberal" se aplica, totalmente al revés, a los demócratas y personas de ideología más socialista, como el Obama y apoyado por los "liberales" de la intelectualidad neoyorquina y la artística y de Hollywood. Los republicanos y conservadores lo utilizan casi como un insulto.
Los "neo-con", nuevos conservadores americanos, un grupo formado mayormente por integristas cristianos, y judíos ex izquierdistas y de gran nivel académico pero pasados al bando republicano y de la "economía conservadora o liberal que diríamos nosotros", son (o eran, especialmente en la época de Bush), unos conservadores, pero intervencionistas hacía el exterior, empeñados en expandir las leyes del mercado y la cultura y la democracia occidental por todo el mundo, como modo de civilizar aquellos países que lo eran menos. Posiblemente lo explico muy resumidamente y, por ello, con errores de bulto.
En el actual Partido Republicano, el ala más ultranacionalista, religiosamente integrista, conservadora y "económicamente liberal", es la llamada "Tea Party", en homenaje a los colonos que se rebelaron contra la potencia colonial para no pagar más impuestos pero que, por otra parte, puede significar una prostitución de su simbología histórica.
Y en España, al ala más "ultra", cavernaria y pre-democrática del PP, algunos ya la llaman el "Carajillo Party". Que la hubiera podido liderar "la Espe" y a la que, visualmente, encarnan de maravilla estos magistrados del Tribunal Constitucional, recientemente fotografiados con su puro en la mano y asomados a una barrera de la Plaza de Toros, disfrutando de la bárbara "Fiesta Nacional".
Coronel Von Rohaut
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