viernes, septiembre 28, 2012
Siempre nos quedará Mozart
Hubo un film francés (*), ya un poco antiguo pero que en su día fue bastante de culto al estar basado en una novela de Françoise Sagan. Era "¿Aimez vous Brahms?".
Pues no. De las tres grandes "B's" de la música sinfónica mundial: Bach (para mi el inventor de la música y con piezas u obras excelsas), Beethoven (el más completo) y Brahms, este último diría que casi nunca me interesó; qué quieres que te diga...
En mis gustos personales y para mi placer, antepondría un Chopin (ya sé que limitado al piano) y, por encima de todo, un Mozart.
Debido al torbellino de los tiempos actuales, al vendaval político y económico y al final de era del estatus catalán, su posible final de ciclo como colonia española e inicio de un nuevo amanecer nacional, casi no tengo tiempo para escuchar música. Me absorbe demasiado el nuevo paradigma de Catalunya.
Pero esta mañana he podido escuchar algo de Mozart: un concierto para trompa que siempre adoro, y un fragmento de inspiración masónica de "La flauta mágica".
"Carpe Diem et risum teneatis"
Coronel Von Rohaut
(*) Con Ingrid Bergman (en la imagen), Tony Perkins e Yves Montand.
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