... tienen los dirigentes castellano-manchegos (Madrid no era más que un polvoroso poblacho manchego antes de Felipe II, y una capital anodina y provinciana hasta la llegada del envidioso afán de grandeza franquista, que la industrializó. Y, a partir de la transición, el deseo de nuevos ricos de hacer de dicha población una capital europea pomposa, glamurosa y espatarrante, pero con el dinero de los demás...).
Y ahora, todo y tener una monstruosa deuda municipal de más de 6 mil millones de euros (más del 22% del total de la deuda municipal española) mientras que Barcelona solo debe mil millones (un 3% del total), la señora Botella, alcaldesa y esposa del Botellín (aquel que decía que a él el gobierno no tenía que decirle si podía beber, o no, conduciendo), dice que no piensa retirar, ni a pesar de su deuda ni a pesar de la crisis o quiebra de España, su solicitud para organizar unos próximos Juegos Olímpicos. Que si se los conceden y espero que no, acabaríamos pagando todos y, como siempre, especialmente los catalanes, que ya les pagamos todas las autopistas gratuitas, los AVE's a más de media España, los faraónicos aeropuertos, las interminables líneas de metro, etc. etc. (*).
Lo que yo te digo, tienen un morro que se lo pisan, una caradura, una sinvergüenzonería, sin límites.
Coronel Von Rohaut
(*) Que es cierto que la Comunidad de Madrid aporta más tributos al estado que la Comunidad de Catalunya. Pero a ellos luego se lo devuelven, con creces, con inversiones grandiosas, y sufragándoles multitud de gastos corrientes, mientras que a Catalunya nos roban un 8/10% de nuestro PIB anual, que no vuelve. Pero confío, y para ello ruego a Dios cada día, que para entonces los catalanes ya seamos otra hacienda, otro país, otro estado.
Y que ellos se vayan a robar a Sierra Morena...
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