Dicen en Francia, ante el enfrentamiento descarado de la ex del Hollande, la Ségolène Royal, madre de sus hijos pero sin casarse, con la actual pareja, la tampoco casada Valérie Trierweiler. Dicen que falta poco para que se acometan y se tiren de los pelos o se revuelquen por el suelo a mordiscos... (imagen de "Les Guignols")
El Sarkozy era un ligón de campeonato pero su actual esposa se lleva bien (o no se lleva en absoluto, pero no se insultan) con la ex-esposa. Ambas unas putillas, sobre todo de mucho cuidado la actual, que ha follado más que el gallo de la pasión. Pero elegantes...
Claro que no es esta la principal diferencia entre derecha e izquierda. Frente al recuerdo de un presidente Sarkozy hiperactivo (le llamaban malévolamente, el "omnipresidente") ahora en Francia se lamentan de la inactividad del "sociata" Hollande y le piden que se mueva un poco. Y hasta se preguntan si sus ministros "sirven para algo". Algunos incluso empiezan a preguntarse "si Sarkozy tenía razón".
Lo que me lleva, una vez más, a preguntarme si la democracia es el mejor de los sistemas (*) viendo que, posiblemente, los votantes franceses escogieron al tonto.
Siempre me he cuestionado sobre la clarividencia de la masa votante y, muy particularmente, me ha preocupado lo de "un hombre, un voto".
Más concretamente, me ha soliviantado que el voto de un pobre peón caminero ignaro (concepto, no la persona muy respetable) tenga el mismo peso, el mismo valor, que mi voto.
¡Que no es lo mismo, joer...!
Coronel Von Rohaut
(*) Si, ya sé que lo que es, es el menos peor...
No hay comentarios:
Publicar un comentario