A España no hay que hundirla; se hunde sola. No hay que crearle una "leyenda negra"; se la ennegrece ella sola a brochazo limpio. No hace falta decir de un político español que es un chapuzas incompetente ya que esto sería un oxímoron o una redundancia; con decir que es español es suficiente. Y que Dios les acoja en su seno pero, esto sí, lo antes posible...
El ministro español de asuntos exteriores, el tal García Margallo, aparte de uno de los encargados por el gobierno de torpedear tanto como pueda el proceso soberanista catalán, es el responsable de dar a conocer, afirmar y prestigiar, la "Marca España" a través del mundo.
Y su primera etapa fue Bruselas y en el edificio de la Comisión Europea hizo un acto de presentación de dicha "Marca España". No tuvo suerte, se llenó la sala pero de funcionarios españoles y eurodiputados nacionales. No acudió ningún dirigente europeo salvo el Comisario de la Competencia que, oh casualidad, es el español Joaquín Almunia.
El Margallo se desmelenó afirmando (*) que había que deshacer para siempre el tópico, extendido en la Europa del norte, que en el sur de Europa solo se está de "Fiesta y Siesta". Que los españoles no sabemos trabajar y que somos un país de pandereta.
¿Como lo escenificó? Pues "de cajón" por parte de un español de pelo en pecho, orgullosos y racial. Con una Fiesta Flamenca, con cantaores y bailaores animando el acto en la sede europea... (donde afortunadamente y como ya he dicho, no había ningún europeo, ni político, ni del mundo empresarial, ni siquiera de la prensa). O sea, un éxito...
¡Claro que sí, coño, la Marca España quedó retratada...! Y con esta publicidad nos daremos una "jartá" de exportar tornos, fresadoras, automóviles, material electrosanitario o informático, etc....!
Coronel Von Rohaut
(*) Aparte de resaltar, dirigiéndose a Catalunya como es obvio, que un país con más de "una sola" Marca, pierde fuerza.
miércoles, junio 05, 2013
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