Una buena amiga me manda un montaje fotográfico donde se encaran fotos de la persecución de los judíos por los nazis, con fotos de acciones del ejército israelí contra los palestinos.
Por ejemplo, la famosa foto del "ghetto" de Varsovia con un niño brazos en alto frente a un soldado alemán con un fusil. Y lo compara con imagenes semejantes actuales, donde el amenazador es un soldado del "Tsahal". Pero la comparación es indigna y odiosa; el niño judío no había hecho otra cosa que serlo y estaba siendo embarcado hacía un campo de concentración y de exterminio, con sus padres y solo, precisamente, por ser judío. Y no se conoce ningún acto previo de terrorismo efectuado, jamás, por judíos contra los alemanes. Mientras que los niños palestinos, en lugar de acudir a la escuela, muchos son lanzados por sus padres (cobardes o corruptos como el terrorista baboso Yassir Arafat) a luchar con piedras contra los tanques israelíes; y en la franja de Gaza, para hacer de escudos humanos frente a las patrullas judías en busca de terroristas, por cierto, muy abundantes.
Terrorismo del que los israelíes están hasta los cojones pues ya en los primeros años 50, los niños de los "kibutzim", como los de la foto de arriba en un "kibbutz" del desierto del Neguev, tenían que ir a la escuela en los "autobuses escolares" improvisados (y blindados), pues eran habituales las emboscadas y bombas. Terrorismo que aún perdura si bien muy atenuado ya que los judíos, con su ingenio y fortaleza (militar y de espíritu) han conseguido dominarlo; pero no pueden dormirse.
Y por esto levantan muros y barreras: para que no se infiltren los terroristas que no cesan. Muros muy criticados por los "buenistas" y antisionistas de siempre. Pero que nada dicen de vallas muy similares que el gobierno español (socialista, de izquierdas y progresista) levanta en la frontera de Melilla con Marruecos, precisamente para evitar las filtraciones indeseadas. Y estas nos parecen bien, mientras que las de Israel es fácil y demagógico compararlas con el Muro de Berlín (*).
Y finalmente, lo que es inadmisible para cualquier persona medianamente informada y no totalmente partidista y sectaria (o absolutamente malvada y manipuladora, o gilipollas perdida), es llamar Holocausto a las víctimas de la lucha de Israel contra los terroristas de Hamas, Hezbollah o, antes, la OLP. Comparar los millones de judíos muertos y gaseados, con unos cuantos palestinos muertos (quizás algunos inocentes y lo que es desafortunado), roza lo monstruoso. Los judíos de Israel jamás han encerrado a los palestinos en campos de concentración, ni los han fusilado, ni gaseado, ni incinerado. A ninguno lo han matado, salvo en acciones de guerra. Comparar las víctimas palestinas con un Holocausto o genocidio es, sencillamente, aberrante.
Coronel Von Rohaut
(*) Que no era para evitar la entrada de terroristas si no para que no huyeran los propios habitantes del "paraíso comunista", que solo soñaban en huir por piernas.
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