Y perdón por la aparente frivolidad tratándose de una guerra en la que mueren cientos de personas, pero las cosas son como son y de ello depende el trabajo de muchos miles de obreros...
Los gabachos están muy satisfechos (y Sarkozy a la cabeza) del éxito del avión Dassault "Rafale" que, hasta la fecha, no han conseguido exportar a ningún país. Y en el escaparate ofrecido por la operación "Harmattan" (el nombre de un viento cálido del desierto y de la colaboración aérea francesa a la operación de nombre americano "Odissey Dawn") está cubriendo muy bien sus objetivos, especialmente los de su polivalencia, que alcanza con solo cambiar el armamento o utilizando un "mix" y sin necesidad de reconfigurar el aparato.
Aparte los venerables "Mirage 2000" C y D, así como los aún más veteranos "Super Etendard" de la Aéronavale, el peso de las operaciones recae en el "Rafale", tanto volando desde Saint Dizier, una base en tierra a más de 2.000 kilómetros, como despegando del PACDG (lo que no se había visto desde los tiempos gloriosos del McDonnell Douglas F-4 "Phantom II", en Vietnam.
Los aviones franceses han intervenido en misiones de interdicción (exclusión) aérea, "frappes" o ataques estratégicos, ataques al suelo, y reconocimiento (con reavituallamiento en vuelo como la foto de abajo), control aéreo (AWACS y Hawkeye), etc. A diario se implican una media de 20 aparatos, lo que es mucho para los que no son americanos y representa la segunda fuerza aérea en acción de la coalición.
Y el "Rafale" realiza misiones aire-aire, aire-tierra (con missiles A2SM y Scalp de crucero, y bombas guiadas GBU-12), así como reconocimiento óptico-electrónico altamente especializado.
Repito, como un Phantom modernizado, en las fotos de arriba, y no tan grande...
Coronel Von Rohaut
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