En breve y espero que de aquí a unos momentos, reemprenderé mi trabajo diario: la labor informativa que me he impuesto para desahogarme yo mismo, informar y aportar conocimientos a algunos, así como desasnar a otros.
Desasnar o sea, sacar de su burricia, a tantos y tantos que no saben porqué no quieren, porqué su ignorancia supina y exhibicionista les hace creer que ya lo saben todo (como decía Goethe, nada hay más terrible que la ignorancia activa), o porqué, los pobres, están "bouchés a l'émeri" (*) o sea, con las entendederas herméticamente cerradas, el paso del conocimiento ocluso como lo está un frasco o una botella de cristal cerrada, tapada, con un tapón también de cristal y ambos, tapón y cuello de botella, esmerilados para optimizar el cerramiento.
Coronel Von Rohaut
(*) Taponados al esmeril, locución francesa supongo que hoy en desuso por arcaica, que en mis tiempos utilizaban mucho los profesores para referirse a los alumnos que no eran capaces de entender nada, ni lo más evidente.
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