En Francia ya existe un organismo dependiente de la Defensa, el EPIDE, con un programa para, mediante un servicio cívico dirigido por militares, darles a los jóvenes que no han terminado sus estudios o no encuentran empleo y que se integran voluntariamente, una segunda oportunidad que les permita, después de unos meses de preparación, poder ingresar en la Formación Profesional, etc. o, algunos, apuntarse al ejército.
Pero ahora la Asamblea Nacional ha aprobado una ley (pendiente de confirmación por el Senado, donde hay mayoría socialista pero dicha ley, en su día, había sido propuesta por la socialista Ségolène Royal) creando un servicio civil, posiblemente obligatorio, también encuadrado por militares voluntarios o en la reserva y que se situaría en las instalaciones del EPIDE, para darles a jóvenes delincuentes condenados o en riesgo de exclusión, una experiencia de trabajo dirigido y disciplinado, una formación ordenada que les permita reinsertarse en la sociedad.
Y a mi me parece una gran idea.
Coronel Von Rohaut
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