Después de instalar unos filtros adicionales en las tomas de aire de los aviones de superioridad aérea y "dogfighters" de 5ª generación que habían sido inmovilizados (toda la flota) debido a problemas en el suministro de oxígeno a los pilotos (ver artículos anteriores), el Pentágono autorizó hace poco que los F-22 de la USAF retomaran el servicio si bien con limitaciones en la altura máxima de vuelo, lo que ya era un grave "handicap" para los principales aviones que han de proporcionar la defensa aérea o interdicción de los cielos americanos.
Pero después que un piloto de la base de Langley (Virginia), la que protege la capital Washington DC y una de las mayores de USA, volviera a sufrir problemas, los "Raptor" de esta base han vuelto a ser inmovilizados para más revisiones (*).
¡Vaya "marrón" para la USAF, con un aparato que cuesta 150 millones de dólares la unidad y es su punta de lanza!
Coronel Von Rohaut
(*) Con lo que la responsabilidad de la defensa aérea americana vuelve a recaer íntegramente en las viejas flotas de F-15 y F-16, de los años 80'.
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