La puta verdad duele...

Yo no soy precisamente un admirador del político, catalán pero "españolista", Durán i Lleida. Pero lo que ha dicho, una obviedad que toda persona medianamente informada la conoce, es una verdad como un templo y, como tal, duele o, al que le pica, ajos come:

"Los agricultores catalanes no pueden recoger sus cosechas porqué no les pagan ni el precio de coste y han de dejar la fruta en el árbol, mientras a los agricultores andaluces les pagan una subvención (*) para que se pasen el día tomándose un vino en el bar del pueblo".

Y le han llovido hostias de todos lados y, como casi siempre, exigencias para que pida perdón, presente disculpas a los andaluces que, también como siempre, se han sentido insultados... ¡Insultado yo cuando me roban mi dinero para pagar a los que no trabajan!

Y se me revuelven las tripas cada vez que recuerdo que, para que los andaluces no se sintieran discriminados cuando se accedió a los Juegos Olímpicos de Barcelona, el gobierno pagó, íntegramente toda la factura y no un tercio como en Barcelona, el coste de una Expo Internacional de Sevilla y pocos años después todas las obras faraónicas, pabellones y decoraciones grandilocuentes, se caen por falta de uso. Dinero tirado.

Pero yo creía que era el único caso (**). Pero ahora veo un reportaje por la tele en el que se vé el páramo desierto en que se han convertido las grandiosas obras, pabellones, palacios, oficinas, parque fluvial, etc., de lo que fue una artificial e inútil Expo del Agua que se hizo en Zaragoza hace pocos años. Y cuando el presentador le pregunta a un aragonés para qué se hizo esa obra éste, sincero, contesta que "para no ser menos que los catalanes".

Lo jodido es que se pagó, en gran parte, con los millones que, cada año, el gobierno nos roba a los catalanes. Los paganos de siempre y encima, insultados y humillados.

Como decimos en catalán. "Cornuts i pagar el beure".

Coronel Von Rohaut

(*) El "PER", del que ya he hablado varias veces y casi encuentro cansino volverme a repetir. Una subvención que, al no tener límite en el tiempo, se ha convertido en una injusticia aberrante y que convierte, al que la percibe, en un adicto a la subvención y pierde todo estímulo para ganarse la vida trabajando honradamente. Y, encima, insultando a los catalanes, que son los que sueltan las pelas.
(**) El tema de las autovías libres de peaje (salvo en Catalunya), y los "AVE's" de barra libre (menos donde más se les necesita) es harina de otro costal y que ya he tratado. Pero habrá que volver, como en los aeropuertos, vacíos, para cada provincia, ya que en la "España, Una, Grande y Libre" y, sobre todo, "Castellana", nada se arregla, todo empeora, como en el Principio de Murphy.