No obstante, hasta hace poco yo hubiera jurado que los desplantes y paridas del señor Mourinho (*), entrenador del Real Madrid y "favorito" de su presidente Pérez, eran puto teatro, un "show" preparado y representado con fines altruistas como proteger sus jugadores, u oscuros y torticeros como esconder los propios problemas de su fútbol pobre y miserable.
Pero ahora, después de llorar y meterse con la UEFA y atacar soterradamente al Barcelona con temas archivados, habiendo ganado bien su último partido de Champions, creo que este pobre hombre está enfermo. Sufre desarreglos mentales, sueña en conspiraciones y tiene manía persecutoria.
Creo que esto se llama paranoia, pero también observo rasgos de esquizofrenia, o quizás es un "mix", con una dosis de histeria femenina menopáusica (¿por qué, por qué?), pero no lo sé discernir correctamente ya que detecto, mezclados, trastornos neuróticos y trastornos psicóticos.
Desde luego, está como una cabra, loco de atar y, como muy bien dice su jefe y mentor, el Florentino (el Pérez), "Mourinho representa al madridismo y lo que él hace y defiende también es madridismo...".
Claro que sí.... ¡Todos chalaos!
Coronel Von Rohaut
(*) "Este portugués, hijo de puta es...", braman las multitudes enardecidas por todos los campos de Europa, incluso en el estadio de la pacífica Basilea, ciudad farmacéutico-química de la tranquila y aburrida Suiza.
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