"En el año 1160, la reina Aliénor d'Aquitaine, entonces esposa del rey inglés Henry II Plantagenet y madre, entre otros, de Ricardo I Corazón de León, redactó un texto de Derecho Marítimo, los "Rôles d'Oléron", inspirándose en las Convenciones Marítimas que ya existían en el Mediterráneo, y que todavía está en el origen de las actuales leyes del Almirantazgo Británico".
Si bien es cierto que la Corona de Aragón y bajo el reinado de Jaume Ier el Conqueridor no publicó el "Llibre del Consolat del Mar" hasta el año 1260 o sea, un siglo después de las normas de Oléron, esta claro que todo el Derecho Marítimo moderno tiene sus raíces en los "usos marítimos" de Barcelona.
Los catalanes deberíamos presumir un poco más de todas nuestras conquistas y adelantos políticos en los que fuimos pioneros:
- Las "Assemblees de Pau i Treva de Deu", que están en el orígen de las "Corts Catalanes", las que promulgaron las primeras "Constitucions", un poco anteriores a la "Carta Magna" que los nobles anglo-normandos le arrancaron a Juan I o Juan sin Tierra Plantagenet y que se considera la raíz del Parlamentarismo.
- Los "Consolats del Mar", con delegaciones en los principales puertos del Mediterraneo, y que regulaban el comercio marítimo. "El Llibre del Consolat del Mar" se convirtió, primero en el Mediterráneo y luego en el Atlántico, en el primer tratado marítimo internacional.
- "La Taula de Canvi" de la Lonja de Barcelona, que fue el primer banco público moderno de Europa y venía a complementar los bancos privados que ya funcionaban, sin garantías.
Famosas fueron, por aquellas fechas, las conquistas navales de los Almogávares, bajo la dirección del almirante Roger de Lauria, o sus enfrentamientos con el Imperio Bizantino, con el ex-templario Roger de Flor dirigiendo la Gran Compañía Catalana de almogávares que, a la muerte de su líder asesinado, aterrorizaron el Mediterráneo Oriental (*).
Coronel Von Rohaut
(*) Quizás ya sería hora de volver a reproducir una "venganza catalana", pero no contra bizantinos, griegos, tracios, albaneses, búlgaros, etc. que, los pobres, ahora no nos han hecho nada, si no contra nuestros enemigos actuales, mucho peores:
"¡Hispania delenda est!", que diría Catón el Viejo...
(Bueno, yo no deseo destruir España, tal como Catón deseaba destruir Carthago: yo me contento con independizarme de ella y que le den mucho pol culo)
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