Ayer, en el Parlamento de la Comunidad Valenciana, debatieron sobre los "Països Catalans". Para decir que no existen, claro...
Era para contrarrestar una reciente moción del Parlamento de Catalunya donde no habían hecho ninguna reivindicación territorial ni ninguna manifestación del "imperialismo catalán" que los valencianistas siempre agitan como un espantajo amenazante, cuando jamás ha existido.
El Parlament se había limitado a constatar que los "Països Catalans" son "una realidad cultural, lingüística e histórica". Lo que es irrefutable para cualquier persona medianamente culta.
Pero los pobres valencianistas, españolistas y "blaveros", son tan esquizofrénicos a la par que profundamente ignorantes y rústicos, que un diputado del PP, haciendo gala de su profundo analfabetismo pero sin ninguna vergüenza para hacer el mayor de los ridículos, para desligar la lengua hablada en Valencia de la lengua catalana (de la que es un dialecto muy próximo y con acento del catalán occidental o leridano), dijo sin inmutarse ni que se le escapara la carcajada, que el valenciano viene del íbero (*).
Solo demostró que, aparte de ser un hijo de puta sectarista, no tenía ni puta idea ni de filología, ni de historia ni, posiblemente de nada. Si para alejarse del catalanismo le piden que jure que no existe la Ley de la Gravedad, lo hace...
¡Cuánta vergüenza me dá ser ligeramente descendiente de valencianos...!
Coronel Von Rohaut
(*) Igual podría haber dicho, saltándose toda la dominación romana, que viene del arameo, y el catalán del sánscrito...
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