Catalunya ha recibido traspasos economicamente infra-dotados. O sea, en muchas ocasiones, en casi todas (prisiones, policía/Mossos d'Esquadra, enseñanaza, sanidad, trenes de cercanías, etc. etc.), nos han traspasado las competencias, que nosotros pedíamos pero amputadas, pero sin traspasar, al mismo tiempo, el dinero suficiente para llevarlas a cabo con un mínimo de eficacia. Dinero que, en realidad, era nuestro ya que previamente lo habíamos pagado al estado en forma de tasas, impuestos y tributos.
Pero lo grave, lo sangrante y humillante, es que para las mismas transferencias otras comunidades, que aportan mucho menos dinero al estado, han recibido más dotación económica para su asunción que Catalunya.
Andalucía y Extremadura, sin ir más lejos, tanto para educación como para sanidad reciben, por habitante/año, mayor dotación que Catalunya; esto les permite poner un ordenador por alumno en las escuelas y pagar las operaciones de cambio de sexo, mientras aquí tenemos listas de espera para las operaciones de cadera y clases en barracones.
Y cada vez que el estado compromete nuevos gastos (ley de dependencia, ahora rebajas en los billetes de ferrocarril de cercanías, etc.), la Generalitat debe asumirlos sin recibir ninguna dotación para ello... o quedar mal frente a sus votantes y que la gente culpe al goberno catalán de todos los males y vaya creyendo que estaríamos mejor gobernados directamente por Madrid
Para hacer frente a sus obligaciones, la Generalitat debe endeudarse (para lo que ¡oh suma ironía! ha de pedir permiso al amo de Madrid que es el que la obliga a hacerlo). Y ahora sale la ministra del ramo y riñe a la Generalitat por su déficit fiscal y la amenaza que la vigilará de cerca... cuando el gobierno central es el culpable de lo que nos ocurre. Que no solo no nos concede las dotaciones suficientes si no que ni siquiera paga las deudas (la supuesta deuda con Andalucía ya la canceló hace tiempo...) que tiene reconocidas y nos dice que para más adelante, que ahora hay crisis.
Claro que se puede ser más cínico. Lo que es imposible es ser más hijo de puta de lo que ya es el gobierno español.
Claro que también aquí hay chorizos y mamones. Claro que nuestros políticos y gestores económicos hacen cosas mal hechas. Pero si no fuera por los miles de millones que, año tras año, nos roba, nos expolia el gobierno central, todo lo de aquí sería el chocolate del loro.
¡ Tendré que buscarme un diccionario de insultos pues mi léxico se hace pequeño ante todo lo que nos hacen estos putos cabrones de españoles centralistas, castellanos imperialistas y colonialistas (*), ladrones empedernidos, habitantes de la madrileña Cueva de Alí Babá !
Coronel Von Rohaut
(*) Hace 113 años España perdió sus últimas colonias ultramarinas, a las que explotaba inmisericorde, de Cuba y Filipinas. Después vivió a costa de Catalunya y, desde su entrada en el Mercado Común y hasta ahora, a costa de Alemania y las subvenciones europeas (en mucha, mucha menor medida que lo que robaba a Catalunya). A partir de ahora ya solo le quedará el esquilmado de la colonia catalana. ¡Que Dios nos coja confesados! Y cuando leo que el Artur Mas piensa conseguir, del gobierno español, un pacto fiscal al estilo vasco-navarro, no sé si echarme a reír de la coña mayúscula que esto representa o echarme a llorar por lo subnormales profundos que pueden ser los gobernantes catalanes.
2 comentarios:
Me pregunto, mi coronel, como es posible que tras 30 años de autonomía, y habiendo tenido influyentes políticos nacionalistas, se producen hechos como los que cuenta.
Cuba era un emporio de riqueza con mano de obra muy barata, casi esclava, que detentaban importantes empresarios algunos (muchos)catalanes como Guell. Ante la ambición norteamericana hubo que enviar cientos de miles de soldados de toda España que tuvieron más bajas por la fiebre amarilla que por el enemigo. Los norteamericanos no trataron mal a los empresarios españoles y Cuba continuó siendo un gran negocio hasta Fidel.
Evidentemente los catalanes también traficaron con Cuba (y con la esclavitud) y obtuvieron buenos rendimientos economicos. Pero solo a partir del reinado de Carlos III (mediados del 1700) ya que hasta dicho momento y desde los reyes católicos (Isabel de Castilla), el comercio con America estuvo monopolizado por decreto real en los puertos de Cadiz y Sevilla y los catalanes tuvieron prohibido el comercio con America.
Y después de la descolonización y hasta Fidel, Cuba fué mercado para los americanos de USA y algo para los industriales catalanes pero ya sin monopolio. Lo era, sobre todo, para emprendedores cubanos, emigrantes algunos de origen catalán como Bacardí y algún tabaquero como Partagás, pero ya no para España como metrópolis.
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