Después del gran recorte en su programa, ahora el Lockheed Martin F-22 "Raptor", la joya de la corona de la USAF, ha recibido otro golpe, éste en su prestigio.
Primero le prohibieron volar por encima de los 25.000 pies, que es donde el avión desarrolla al máximo sus posibilidades. Pero como los problemas seguían, ahora han paralizado en tierra a todas las unidades hasta que se solventen.
Al parecer, existe un fallo en el suministro de oxígeno a los pilotos, los cuales han sufrido y denunciado diversos casos de hypoxia (*) y descompresión.
La suspensión de los vuelos del F-22 ha dejado recortada en un 50% la defensa aérea de los USA, que solo puede sostenerse sobre la flota de envejecidos McDonnell Douglas/Boeing F-15 "Eagle" (**).
Los F-22 serían activados en caso de grave emergencia nacional; pero han sido suspendidos todos los vuelos de entrenamiento y patrulla desde sus bases en Virginia, New Mexico, Alaska y Hawaïi, más rotaciones en Japón y Guam.
Coronel Von Rohaut
(*) Falta de oxígeno en el cerebro y/o los tejidos. Puede causar coma y la muerte.
(*) 250 pero no todos en servicio ya que están en vías de modernización y puesta al día, al tener que suplir a los F-22 anulados del proyecto inicial.
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