domingo, octubre 02, 2011

Si, ya sé que me sigo repitiendo, pero es que ya dá asco

Porqué cuando lees que el Rubalcaba, el candidato del partido que se decía "amigo de Catalunya y del estado plurinacional" ya ha dejado bien claro que lo del concierto económico/pacto fiscal, para Catalunya (*) lo ve una barbaridad de la que ni piensa hablar. O cuando ves que si gana el PP (casi seguro) su dirección en Catalunya está formada por la Camacho, hija de un guardia civil venido de España, y por los hermanos Fernández Díaz, hijos de un militar español entrado en Barcelona con las tropas franquistas o sea, todos ellos ejemplo viviente de unas puritas fuerzas de ocupación, si el Artur Mas sigue diciendo que su plan para arreglar Catalunya es pedir un concierto económico/pacto fiscal ¿tu que pensarías...?

¡Que el Mas está loco de atar, no! O que su plan es pasar unos cuantos años más contemporizando con los españoles, con el enemigo, y haciéndonos comulgar con ruedas de molino, como hizo su mentor Jordi Pujol durante 23 años.

Pues basta ya. Se acabó.

Coronel Von Rohaut

(*) Y cuando el periodista le pregunta si, en cambio, le parece bien para el el País Vasco y Navarra, contesta "está en la Constitución", como si ello fuera una razón; y así de conciso y como si ello fuera la Biblia o no fuera algo que se puede cambiar, tal y como acaban de demostrar ellos mismos y en un plis-plas.

2 comentarios:

interbar dijo...

Según mis informaciones, en la época de la transición le ofrecieron a la CA de Cataluña el cupo y Pujol no quiso.

Coronel Von Rohaut dijo...

Sí y era un buen momento político.
Según Tony Strubell, sobrino de Ramón Trias Fargas, él estaba presente cuando Trías llamó a Pujol, para decirle que el ministro Añoveros le había ofrecido tratar el tema y el Pujol dijo que mejor que no, que ahora no tocaba...
Pujol se, medio, cayó del caballo demasiado tarde, cuando ya está jubilado y no tiene ningún poder, cuando ya es demasiado tarde y las condiciones no son favorables y cuando él ya hizo dmasiado mal a Catalunya al no haber entendido que con España no había nada que hacer.