Un senegalés que emigró a los USA y hoy ejerce cargos políticos, habla de los beneficios de la integración.
En un momento de la conversación dice: "Nadie emigra a otro país para odiarlo".
¿A no? ¿Y los putos "imanes" que vienen a predicar que hay que degollar a todos los "infieles" y que hay que islamizar Europa? ¿Y los putos hijos de argelinos, ya nacidos en Francia por ejemplo, y que se dedican a aterrorizar las "banlieues", los barrios periféricos que dominan con sus bandas, donde queman coches cuando "su" país, Argelia (y no la Francia que los acogió cuando eran unos desheredados) pierde un partido de fútbol, y violan a sus propias compatriotas, vecinas o familiares, para castigarlas si las ven con minifalda o ropas occidentales "¡ que ofenden a Allah !"?
Dice el "negrito zumbón" de la entrevista: "Siempre digo a los inmigrantes que dejen atrás parte de su identidad, para integrarse en la sociedad que les acoge".
Vale, tío. O no te oyen o no te escuchan. Porqué ni puto caso. Ni, obviamente los putos moros que nos invaden ahora ni, ¡ojo al dato!, muchos de los andaluces y extremeños que en los años 50/60 nos envió el General Franco, en oleadas masivas para, con su demografía ahora frenada (sustituida por la maghrebí y la "sudaca", mucho peores), diluir la personalidad, lengua y cultura diferenciadas catalanas.
¿Conseguiremos salvar el alma catalana?
"Que Deu ens agafi confessats..."
Coronel Von Rohaut
lunes, junio 28, 2010
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