- Rompe las familias, en las que se crean discusiones y antagonismos entre sus componentes españolistas (y normales) los unos y los disgregadores independentistas que plantan la semilla de la desunión. Las familias ya no pueden gozar de las discusiones de sobremesa porqué el independentismo lo enfrenta y emponzoña todo.
- Perjudica amistades, en las que los independentistas, con su fanatismo, obligan a los unionistas o españolistas a romper dicha amistad al sentirse insultados; porqué para los españoles, defender su sentimiento identitario, si es distinto del castellano, es un insulto para los demás.
- Parte a los habitantes de los barrios pues el independentismo segrega.
- La escuela catalana no instruye y educa, sino que "adoctrina" a los desvalidos infantes (al revelarles la verdad, que es distinta de la que durante siglos ha estado destilando el españolismo castellano y centralista) y dicen que solo cuenta mentiras e invenciones.
- La lucha, ideológica o dialéctica, de los independentistas, enfrenta a unos pocos contra "la mayoría silenciosa" a la que ahora llaman "silenciada" cuando la verdad es que en los medios de comunicación catalanes siempre tienen voz y presencia los representantes de los partidos "unionistas" o "constitucionalistas" (de la constitución española que parece especialmente parida contra los catalanes), mientras que en los medios mesetarios casi jamás aparece ningún soberanista catalán y cuando invitan a alguno, siempre de segunda división, se produce el clásico duelo de "todos contra uno", cuya voz queda minimizada.
- Por culpa del independentismo mucha gente, en Catalunya, lo está pasando mal (lo acabo de escuchar de la boca de Doña Pilar Borbón, tía del Rey).
Luego los españoles y españolistas, cuando se lo dices, niegan ostentosamente ofendidos que exista catalanofobia en la sociedad hispana. Donde la habido siempre y la hay ahora de forma brutal y escandalosamente visible y expresada, incluso de forma insultante. Luego que no se enfaden cuando yo digo que muchos castellanos son unos malditos bastardos, unos pícaros chorizos y mafiosos, unos analfabetos funcionales que no han salido de la ignorancia voluntaria y paleta de la España profunda y de la oscuridad mental de la Inquisición...
Coronel Von Rohaut
(PS) A los que nos acusan de "adoctrinar" los niños, quiero recordarles que la "catalanofobia" está presente en muchas de las canciones infantiles que, desde tiempo inmemorial, se vienen enseñando en los parvularios de España (como la "Quisiera ser tan alta como la luna", donde se les inclulca que, a Catalunya, se va a guerrear para servir al rey de España o sea, a matar catalanes, que son los malos...).
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