"Ves lo que me obligas a hacerte, a pesar de lo mucho que te quiero", le dice el marido, bastardo y maltratador, a su esposa mientras la llena de hostias por no haberse humillado bastante al darle una respuesta, no haberle planchado bien los pantalones, o no haber querido hacerle una mamada cuando todavía estaba en ayunas.
"Veis lo que me obligaréis a hacer y que yo no quería hacer" nos dijo el Rajoy a los catalanes mientras preparaba el
"155" y nos mandaba a los antidisturbios del
"Piolín" con las porras en ristre.
En todo caso la similitud se resume en dos moralejas coincidentes:
- El que tiene la fuerza (la porra) es el que manda, por la "razón de la fuerza" y no "la fuerza de la razón", que siempre tiene las de perder si no encuentra aliados.
- Y la "Regla de Oro" es aquella que dice que "El que tiene el Oro hace la Regla". O la Ley (la del embudo Constitucional, claro) y "de oca a oca, y tiro porqué me toca").
Y los catalanes, que ni tenemos
porras, ni
oro porqué el nuestro, el mucho que recaudamos, se lo quedan todo en Madrid, donde se lo malgastan en obras faraónicas a la mayor gloria del castellano-centrismo imperante en España y en mantener a cuatro gandules sureños, pues a joderse tocan, Y ya tendríamos que tenerlo aprendido y asumido
: "no os rebeléis, gilipollas catalufos de mierda, que será peor para vosotros, que sacaremos las porras y os moleremos a hostias..., que los castellanos somos muchos más..., lo que nos permite venceros hasta en las urnas, en los Parlamento o donde coño sea".
Coronel Von Rohaut
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