El pasado 9 de noviembre el presidente Nicolas Sarkozy se trasladó al pueblecito de Colombey-les-deux-Églises, domicilio personal y donde reposan sus restos, para conmemorar el 40º aniversario del fallecimiento de Charles de Gaulle, salvador de Francia en 1940 (en la imagen, dirigiéndose a los franceses desde los micrófonos londinenses de la BBC, para decirles que se había perdido una batalla pero no se había perdido la guerra), fundador luego de la 5ª República Francesa, la vigente hoy, y "¡ hélas !", liquidador del imperio colonial francés por imperativo de la historia y el devenir de los tiempos, pero consiguiendo que su país se mantuviera como Gran Potencia.
Y hoy, día 11 y como cada año, he acudido en este
92º aniversario de la firma, en el bosque de Compiègne, del Armisticio de la Gran Guerra, al desayuno ofrecido por el "Lycée Français" a los supervivientes de la "Association Générale Française des Anciens Combattants Résidant en Espagne" (*). Luego hemos asistido a una misa (una vez al año no hace daño) en la "Chapelle Française" de la calle Anglí de Barcelona y a continuación nos hemos trasladado al Cementerio de Montjuïc para la anual ofrenda de flores y coronas ante el monumento a los fallecidos en las guerras de 1914/1918 y 1939/1945.
Hemos cerrado el encuentro anual con una comida de amistad.
Coronel Von Rohaut
(*) De la que formo parte y en la que, obviamente, ya no queda ningún superviviente de la Gran Guerra y en nuestra asociación solo deben haber 2 o 3 de la
2ª Guerra Mundial y de Indochina. La mayoría y también cada vez menos por inexorable ley de vida, veteranos de Argelia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario