Con la excusa, malévola y viperina, que el Ministerio de Asuntos Exteriores y con la aplicación del "155", prohíbe toda manifestación exterior de Catalunya, el Ministerio de Fomento español impide y veta la presencia de la Autoridad Portuaria de Barcelona en una misión comercial a la Argentina, que también beneficiaba, económicamente, a todos los puertos del estado español.
Se puede ser más malvado y execrable, pero no más imbécil... Sencillamente, ser español ya colma todas la posibilidades y cubre todos los espectros de la idiotez...
Coronel Von Rohaut
(PS) Y luego dirán, sin que les caiga la cara de vergüenza, que el proceso catalán perjudica la economía.
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