Al parecer no lo son, no señora...
La Justicia española encarceló cautelarmente (por unos delitos inexistentes jurídicamente...) al Vicepresidente de Catalunya y a varios Consejeros (ministros) y los llevó a la cárcel esposados y con las manos a la espalda (posición harto incomoda y dolorosa dentro de un coche) por miedo a que se fugaran (cuando varios de ellos habían regresado expresamente de Bélgica para entregarse...).
Y a la entrada de la prisión les hizo desnudar como a unos delincuentes comunes.
La Justicia belga, al presidente Puigdemont y a los consejeros que se entregaron en Bruselas (ante el requerimiento de la Justicia española), ni les esposó ni les retuvo después de interrogarles.
Les dejó en libertad provisional al no apreciar peligro de fuga. Y ahora decidirán si les extraditan a España, que no creo (pues no apreciarán causa y si peligro de indefensión y de malos tratos).
El belga debe pertenecer a los jueces justos e imparciales; independiente como ha de ser y respetuoso con los derechos civiles de las personas, nacidos de la Revolución Francesa (*).
Los españoles (salvo honrosas excepciones) a los injustos y sinvergüenzas al servicio del amo político, parcial, inquisitorial y sectario ultraespañolista.
Coronel Von Rohaut
(*) Revolución Francesa que, al igual que la Revolución Industrial y la Ilustración, al decir de muchos y sagaces historiadores, todavía no ha llegado a la España castellana, la ulterior y oscura, profunda, retrógrada e inquisitorial.
¡Y no solo no está sino que ni se la espera... que aquí lo que impera y prevalece es la ignorancia ostentosa, la soberbia y la chulería macarra!
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