Las verdades del barquero

La "ANC" (Assemblea Nacional Catalana) así como otros organismos e instituciones de la sociedad civil están llevando a cabo una muy meritoria y sacrificada labor de explicación, de pedagogía, de la realidad catalana, en los grandes núcleos del cinturón de Barcelona y particularmente del Baix Llobregat, con poblaciones mayoritariamente castellano-parlantes y de extracción o de origen (sus hijos y nietos) inmigrante, procedentes de distintos lugares de España y especialmente de Andalucía, Extremadura y Castilla/La Mancha.

Al parecer con muy buenos resultados ya que, si bien dichas poblaciones siguen sintiendo una nostálgica y respetable pertenencia sentimental a España, muchos ya están asumiendo que en Catalunya estamos obligados a pagar mayores impuestos que en el resto de España (*) mientras recibimos menos servicios gratuitos.

Y entienden que una Catalunya (arriba, imagen del "Parlament") independiente y que recaudase todos los impuestos, los gestionase (independientemente de los posibles fraudes y corrupciones, que los seguiría habiendo ya que en todas partes los hay, si bien aquí menos) y los invirtiera aquí sin que se fueran a otras partes donde son malgastados, todos los que aquí residimos, se hable lo que se hable y se venga de donde se venga, viviríamos muchísimo mejor (**). Ya que ahora España nos roba y esto lo sufrimos todos, los catalanes de pura cepa, los "otros catalanes" llegados hace más o menos tiempo y más o menos integrados, e incluso los que se siguen sintiendo, muy legítimamente si bien me cuesta entenderlo, españoles, hispano-andaluces, moros, sudamericanos, etc.

Y tal como vienen haciendo la "ANC" y demás, hay que dejarles bien claro a todas estas buenas gentes que:

1. En una Catalunya soberana, independiente de España, nadie sería expulsado ni nadie debería verse en la necesidad de irse. ¿Acaso no está ya Catalunya llena de residentes extranjeros con todos sus derechos respetados?
2. A nadie se le obligaría a dejar de ser español, si tal fuera su deseo libremente expresado. Pasaría a ser un residente extranjero, al mismo nivel que italianos, ecuatorianos, franceses, peruanos, etc., de los que ya hay miles viviendo aquí y todos pueden ejercer sus derechos y disfrutan de todos los servicios (si están autorizados con papeles, pagan sus impuestos, etc.). Hasta votan en las municipales y, muchos con doble nacionalidad reconocida, votan en las generales. Como yo.
3. Y todos los aquí nacidos o aquí legalmente residentes, salvo que renunciaran a este derecho, serían automáticamente reconocidos como ciudadanos catalanes de pleno derecho y la oportuna entrega de pasaporte y DNI catalán. Los que aquí llegaran a partir del momento de la independencia, seguirían los trámites habituales (permiso de residencia y/o nacionalización en su momento). Piénsese que en Europa está reconocido el libre derecho a transitar o fijar su residencia.
4. Exactamente como ahora, si bien el catalán debería ser la única lengua oficial del nuevo Estado, todo el mundo saldría escolarizado con total dominio del castellano (con mejor nivel en Catalunya y a pesar de la criticada inmersión lingüística en catalán, que en el resto de España, como acreditan los informes europeos  Pisa). Y el inglés como segunda lengua obligatoria, para ir por el mundo con la cara bien alta.
5. Como que las pensiones se pagan con lo que se recauda en cada momento, en una Catalunya independiente y recaudando todos sus impuestos, las pensiones estarían totalmente garantizadas. Más que en España que, arruinada, ya está estudiando el rebajarlas y mecagüen todos sus muertos. Durante muchos años en Catalunya, obreros y empresarios, hemos aportado a las cuentas de la Seguridad Social muchos más de miles de  millones de los que luego hemos recibido como prestaciones; si España no nos los hubiera robado, ahora no tendríamos que recortar nada.
6. Como tendríamos muchos más servicios e infraestructuras: hospitales, escuelas, carreteras, ferrocarriles, aeropuertos y puertos bien gestionados y desarrollados. Así como más ayudas a las empresas productoras, a las exportaciones, mayores facilidades para la implantación de nuevos negocios, etc. Sencillamente, porqué tendríamos más dineros y recursos: los nuestros.

Espero que lo sepamos explicar bien. Que la buena gente no es forzosamente tonta y si se les explica bien en lugar de comerles el "tarro" con mentiras y falacias, lo entenderán. Y nos darán la razón.
Y gritarán con nosotros ¡Viva Catalunya Libre, viva la República Catalana!

Coronel Von Rohaut

(*)  La Generalitat (imágen de encima, en la "Plaça Sant Jaume") y los mismos Ayuntamientos han de subir (por encima del resto de España) los impuestos cuya aplicación les corresponde por ley, debido a que el Estado central se queda gran parte de los que recauda aquí y no los reinvierte. El Estado central recauda el 90% de los impuestos y, al no cederles a los organismos autonómicos o locales catalanes una parte justa, estos (arruinados, económicamente asfixiados) están obligados a buscarse la vida para sufragar los servicios que proporcionan y que son los básicos, y que son los que los ciudadanos sufrimos.
(**) Esto lo entienden muy bien los que siguen teniendo familia en sus pueblos de origen y los visitan de cuando en cuando y pueden observar, en vivo y en directo, lo que pagamos y recibimos los de aquí y lo poco que pagan y lo mucho que reciben los de  allá que, encima, nos critican cuando no nos insultan, pobres ignorantes o mal informados. Pedagogía es la palabra, salvo que no hay peor sordo que el que no quiere escuchar...